En el Día del estudiante. No queremos una juventud dormida, sino pensante y, sobre todo, requerimos de estudiantes que piensen, analicen y vivan el explorador de la juventud. Con ideales, con optimismo, con fe y esperanza.
Así se titula una tonada surgida por allá por la década de los 60. En el siglo XX, cuando Violeta Parra, en 1962, escribió para que sus dos hijos Ángel e Isabel cantaran la canción. Reconoció en las luchas estudiantiles, en las calles contra las dictaduras que se desarrollaban en América.
“Mercedes Sosa inmortalizó la canción que describía la valiente actitud de los estudiantes ante la pérdida de sus derechos y el enfrentamiento con la Fuerza Pública en las calles”.
Que también enfureció al dictador de Nicaragua, cuando en el año 2018 los estudiantes desde sus claustros académicos se lanzaron contra el régimen. A cinco años de esos acontecimientos, aún hay estudiantes detenidos, pero también hay casos de estudiantes que fueron asesinados.
Nuestro país tiene una rica historia de las luchas estudiantiles, en varias generaciones, que luego contribuyeron en el desarrollo del país. Como obra suprema, la recuperación del canal de Panamá. Acontecimientos que unieron a todo un pueblo en un solo ideal, pero dejó una historia de dignidad, cuando con motivo de esos acontecimientos se rompieron las relaciones diplomáticas con uno de los países más poderosos del mundo.
Hoy día, el pensamiento valiente de los estudiantes debe ser cultivado, porque allí está la esencia, como lo cantara el propio hijo de la autora de la canción Angel Parra, “que vivan los estudiantes jardín de nuestra alegría”.
Nunca estaría de acuerdo en que se haga una represión contra una manifestación estudiantil, independientemente del nivel en que se encuentren y mucho menos en el nivel primario, todos tienen derechos a expresar sus ideas y reclamarlas, para que las tengan en cuenta. Así como aquellas luchas estudiantiles a nivel medio o básico y mucho más allá del universitario.
No es difícil extrañar aquellos días de las luchas estudiantiles, desde cualquier tipo de movimiento estudiantil, Federación de Estudiantes, Movimiento Estudiantil Social Cristiano, y, por qué no, a nivel local lo que fue el Movimiento Estudiantil Democrático, que en algún momento escribiremos sobre esos episodios de idealismos, del cual se hizo para generar ideas y promover la discusión de los problemas regionales.
Que no se diga que la juventud está perdida, sino que logremos sacar adelante aquella expresión de “Divino Tesoro”, que poetizó, Rubén Darío. Porque nuestros jóvenes y, sobre todo los estudiantes, son los formadores de ideales, que serán los objetivos futuros en la nación, que parece no tiene rumbos ni derroteros para los próximos años.
No queremos una juventud dormida, sino pensante y, sobre todo, requerimos de estudiantes que piensen, analicen y vivan el explorador de la juventud. Con ideales, con optimismo, con fe y esperanza.
También con deseos de servir al prójimo, luchando por una educación moderna, de avanzada, que contribuya a resolver los problemas de la sociedad, solidaria, justa, participativa, que en conjunto todos logremos la superación, ya que lo único que hará el cambio es la educación.
Cualquier nivel de superación es mejor a través de la educación. Al mismo tiempo que te superas, luches por la superación de los demás, es el mejor legado que tendrán las generaciones venideras, para que haya paz y concordia. Porque sin educación, no hay estudiantes y sin estudiantes no avanza la nación.
Por lo que, en este Día del Estudiante, que sigan tus inquietudes en beneficio de la patria que debe prosperar y que podamos decir como parte del estribillo de Violeta Parra: “Que vivan los estudiantes, jardín de nuestra alegría
Son aves que no se asustan de animal ni policía,
Y no le asustan las balas, ni el ladrar de la jauría…”.