El número dos del movimiento chií, Naim Qassem, defendió que la actuación israelí contra la Franja “no es una guerra”, sino un “asesinato de civiles” y una “destrucción de hogares”.
El vice secretario general del grupo chií libanés Hizbulá, Naim Qassem, defendió hoy que su formación tiene la “mano en el gatillo” al nivel que ve “necesario” dadas las circunstancias, mientras continúan sus ataques cruzados con Israel a través de la frontera entre ambos países.
“Hizbulá está en el corazón de la batalla de la Resistencia para defender Gaza, y enfrentar a la ocupación y su agresión en Palestina, el Líbano y la región. Su mano está en el gatillo en la medida que considera necesario durante la confrontación”, dijo en su cuenta de X, antes conocida como Twitter.
El número dos del movimiento chií defendió que la actuación israelí contra la Franja “no es una guerra”, sino un “asesinato de civiles” y una “destrucción de hogares”.
En este sentido, reiteró que la “responsabilidad” por las acciones del Estado judío a lo largo de las últimas dos semanas recae también sobre Estados Unidos y Europa, que están “adoptando” su “barbarismo” en lo que describió como un caso de “fracaso humanitario indeleble”.
En las últimas dos semanas, Hizbulá y las fuerzas israelíes han estado enzarzados en ataques cruzados de creciente intensidad a través de la divisoria, donde también se han producido algunas acciones reivindicadas por facciones palestinas presentes en el territorio libanés.
El máximo líder de la formación política y armada, Hasán Nasrala, no ha dado ningún discurso desde el comienzo del intercambio transfronterizo el pasado 8 de octubre.
Al menos 48 personas han muerto del lado libanés por el estallido de violencia, entre ellas 32 miembros del movimiento chií, mientras que más de 19.000 personas están desplazadas dentro del Líbano a causa del mismo, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La escalada ha elevado los miedos a que el país mediterráneo se convierta en un segundo frente de la guerra entre Israel y las milicias de la Franja de Gaza, mientras el Gobierno libanés mantiene contactos a nivel doméstico e internacional para tratar de contener la situación.