En una entrevista con EFE, Ramírez de Negro reveló que ya había preparado 9 trajes para la presentación en Buenos Aires pero para esta oportunidad sintió que debía ampliar la colección.
“Yo no me dejé arrancar el alma que traje de la calle, por eso no me deslumbró jamás la grandeza del poder” citaba Eva Perón (1919-1952), el gran símbolo argentino que inspira a millones de ciudadanos y esta semana protagonizó la presentación de un libro y un desfile de moda en Madrid.
La cita corresponde a “Mi mensaje”, su último testimonio escrito, que en gran parte tuvo que dictar a sus colaboradores debido a su avanzado cáncer. Ahora, cuando se cumplen 71 años de su fallecimiento, todavía se habla, se escribe e incluso se diseña sobre esa “alma” que marcó un antes y un después en Argentina y en el mundo.
Así, esta semana se presentó en la Casa de América de Madrid el libro “Evita frente al espejo: ensayos sobre moda, estilo y política en Eva Perón” (Ampersand, 2023), donde se recorre esta figura a través de la moda y fue la excusa perfecta para organizar un desfile inspirado en ella.
El experto en estudios de la moda y editor del libro, Marcelo Marino, junto a una de las autoras, Laura Zambrini, coincidieron en que es importante estudiar la figura de Eva Perón a través de la moda para entender la construcción del mito y así retirarla “de un lugar intocable”, haciéndola “menos mítica y más carnal”, “más abordable desde lo humano”.
Eso fue lo que buscó el diseñador argentino, Pablo Ramírez, tras recibir el llamado de Ana Mosqueda, directora de la editorial Ampersand, quien le pidió que diseñara un desfile inspirado en la argentina para acompañar la presentación del libro en la capital española.
En una entrevista con EFE, Ramírez de Negro reveló que ya había preparado 9 trajes para la presentación en Buenos Aires pero para esta oportunidad sintió que debía ampliar la colección.
“Empecé a pensar ‘qué quiero, qué puedo sumarle a esta historia, qué quiero contar’. Entonces fueron 16 trajes los que presenté. Para mí este desfile tuvo una cosa muy emotiva porque de alguna manera fue traerla a ella en todas sus versiones” relata.
Dieciséis “Evitas” de distintas nacionalidades recorrieron la pasarela moviendo sus manos en distintas direcciones dando a entender a qué momento de su vida respondían. Algunas con más dureza parecían estar dando un discurso político y otras, con movimientos más suaves, parecían conectar con su cuerpo como si estuvieran a punto de salir a escena en una obra de radioteatro.
Hasta la última Eva, ya rubia y con su peinado característico, con joyas y una banda presidencial que portaba los colores albicelestes, que apareció de brazos abiertos como si fuera a abrazar a todos los presentes, representando la última imagen como madre del pueblo.
Para el diseñador existieron varios momentos de encuentro con esta figura. Primero la descubrió como persona y figura política a muy temprana edad gracias a su abuela.
“Mi abuela materna era muy peronista y vivía con nosotros y me la nombraba a Eva como algo secreto. Estaba el proceso militar y no se podía hablar, no se podía mencionarla ni siquiera había imágenes. A mí me daba mucha curiosidad”, contó
Cada una de las modelos llevaba algo distintivo para vestir su cabeza. Algunas desfilaban telas, otras tocados, sombreros de distintos materiales y plumas.
Ramírez explicó que muchos de los accesorios responden a ideas de Juan Risuleo, diseñador y mente de “Ropas argentinas”, una marca hito de la moda en el país, quien colaboró en esta colección y tiene una vinculación muy fuerte con Paco Jamandreu, diseñador y amigo personal de Evita.
“Hay un poquito de Paco Jamandreu esta noche. Absolutamente”, respondió para cerrar la anécdota.
“Es tan fuerte la versión del mito de Eva que se hizo desde Hollywood, con el musical y con la película, que para mi era muy importante hacer algo que vaya en contra de eso. Yo soy argentino y Eva es nuestra, entonces quería hacer una declaración”, remató.