El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, se prepara para tomar el poder en exactamente dos meses, con la guardia en alto ante cualquier nuevo intento de “golpe de Estado” para evitar su investidura el próximo 14 de enero.
Arévalo de León llevó a cabo una gira de trabajo la semana pasada por Estados Unidos, la segunda en dos meses, donde dijo que su llegada a la presidencia en enero próximo “es inevitable”, pese a los intentos del Ministerio Público (Fiscalía) por desacreditar su victoria en las urnas este año.
“Este viaje a Washington fue breve pero útil”, añadió al retornar el líder del partido social progresista Movimiento Semilla, inmiscuido en medio de un inusual y accidentado proceso de transición rumbo a la toma de posesión en enero.
El presidente electo advirtió el 1 de septiembre de un “golpe de Estado” en marcha en su contra por parte del Ministerio Público, bajo el mando de la fiscal general, Consuelo Porras Argueta, lo que provocó una serie de manifestaciones masivas y un paro nacional en octubre.
Desde entonces, la tensión ha decrecido, al igual que las apariciones en público de Porras Argueta y los fiscales Rafael Curruchiche y Cinthia Monterroso, a cargo de las supuestas investigaciones de un caso en contra de Semilla por firmas falsas en 2018.
En medio de la crisis política, Arévalo de León, conocido por su capacidad de diálogo, ha utilizado como estrategia afianzar su relación con diferentes sectores políticos y económicos del país centroamericano.
La persecución de la Fiscalía
Desde el 12 de julio, la Fiscalía ha empañado el proceso electoral por medio de allanamientos, órdenes de captura y el secuestro de los resultados de las votaciones acontecidas realizadas el 25 de junio (primera vuelta) y 20 de agosto (balotaje).
El caso en contra de Semilla, que ha deparado también supuestamente en un caso de fraude electoral de acuerdo al Ministerio Público, se encuentra “bajo reserva”, una medida judicial que permite acceso al expediente solamente a las partes involucradas. Sin embargo, al Movimiento Semilla se le ha negado el documento, aún cuando lo ha solicitado en más de 30 ocasiones.
Pese a ello, la semana pasada fue filtrado en redes sociales el audio de una audiencia en septiembre entre el juez a cargo del caso, Fredy Orellana, y una fiscal en representación del Ministerio Público, Leonor Morales Lazo, para abordar el supuesto fraude electoral.
En el audio, la Fiscalía detalla que el caso del supuesto fraude tiene como origen una denuncia de un ciudadano activista de extrema derecha con base a lo que observó “en medios de comunicación”, sin más pruebas o evidencias.
Al respecto, el Ministerio Público indicó que el audio fue sacado de “contexto”.
En el mismo sentido, la semana pasada, la Corte de Constitucionalidad, máximo tribunal del país, ordenó que el Movimiento Semilla tenga acceso a la carpeta judicial del caso.
Mientras tanto, las diferentes misiones de observación electoral, como la de la Unión Europea (UE) y la de la Organización de Estados Americanos (OEA) han validado los resultados electorales y han descartado anomalías que impidan que los ganadores ocupen sus cargos.
Pese a que todo apunta a que los intentos por evitar la investidura de Arévalo de León han cesado, el presidente electo afirmó en Washington, durante su gira por Estados Unidos, que los golpistas en su contra no se rendirán con facilidad.
Es por ello que también frente a la sede de la Fiscalía permanecen protestando, desde hace casi 45 días y hasta el 14 de enero, docenas de líderes indígenas, los mismos que comandaron las manifestaciones en octubre pasado y que hicieron retroceder al Ministerio Público en sus intentos por revertir los comicios.