“El respeto por la vida humana es lo que marca la diferencia entre una sociedad civilizada y los actores terroristas”, recordó.
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, compartió este miércoles su sensación “de absoluta urgencia” por la situación en Gaza y “de tenue esperanza” por una “ventana de oportunidad” de trabajar hacia una paz duradera en la región, tras regresar de su reciente visita a Israel, Palestina, Barhein, Catar y Jordania.
“Está en marcha una carrera contrarreloj para lograr una reducción de las operaciones militares en Gaza y de la violencia en Cisjordania, de lo contrario, el conflicto fácilmente podría degenerar y extenderse”, señaló Borrell en un artículo publicado esta noche en su blog ‘Una ventana al mundo’.
La parte positiva es el “deseo ampliamente compartido de evitar una escalada del conflicto” que Borrell encontró en todos sus interlocutores durante su gira por la región.
Unas reflexiones del político español publicadas en las horas previas a su comparecencia el miércoles en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia) sobre “la situación humanitaria en Gaza, la necesidad de la liberación de los rehenes y de una tregua humanitaria inmediata que conduzca a un alto el fuego y las perspectivas de paz y seguridad en Oriente Medio”.
Borrell ve una “urgencia absoluta” atender la “dramática” situación de la población civil en Gaza, que carece de agua, alimentos, asistencia médica y refugio por el asedio israelí en un momento en el que llegan la lluvia y el frío.
También mostró su intranquilidad por la evolución de la situación si no se consigue una reducción “rápida y duradera” de las operaciones militares de Israel, que han arrasado más del 40 % de las viviendas en Gaza y causado la muerte de más de 12.000 personas, de ellas casi 5.000 eran niños.
“La cuestión en Gaza no es sólo entregar suficiente ayuda humanitaria para permitir que la población civil sobreviva algunos días más, sino también evitar seguir poniendo en peligro sus vidas”, dijo el jefe de la diplomacia europea.
Borrell, que también tuvo encuentros “muy emotivos” con familias de rehenes israelíes cautivos de Hamás desde los ataques del 7 de octubre pasado, puso de relieve también la “absoluta urgencia” de avanzar en su liberación, que pende ahora de un acuerdo que está siendo negociado entre Israel y el grupo islamista con la mediación de Catar y que también incluiría una pausa de cinco días en los bombardeos sobre Gaza.
Y reiteró que el horror de los ataques del 7 de octubre, en el que Hamás cometió “crímenes de guerra”, “no puede justificar” los bombardeos contra la población civil en Gaza y la “violencia inaceptable” contra los palestinos en Cisjordania por parte de colonos israelíes armados por el Gobierno.
“El respeto por la vida humana es lo que marca la diferencia entre una sociedad civilizada y los actores terroristas”, recordó.
Pero ante ese panorama, Borrell ve la “tenue esperanza” de que “esta guerra debería ser la última si se encuentran los medios para implementar finalmente la solución de dos Estados”.
Porque, añadió, “Israel no puede evitar hacer la paz con los palestinos”, ya que los ataques del 7 de octubre pusieron de manifiesto que las estrictas medidas de seguridad y al acercamiento con los países árabes no es suficiente para garantizar la paz.
Solo una solución política al conflicto palestino-israelí puede proporcionar “seguridad real y sostenible” a Israel, remarcó.
En su artículo, Borrell puso también blanco sobre negro la “firme determinación” de la Autoridad Palestina para asumir la gestión de Gaza una vez que terminaran las operaciones militares.
Para lograrlo, el también alto representante de la UE para la Política de Seguridad consideró que necesitará “mucho apoyo adicional en los próximos meses”.
“También será necesario volver a legitimarlo (al gobierno) a su debido tiempo mediante la organización de elecciones en todo el territorio palestino internacionalmente reconocido: Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este”, concluyó.