Hoy por hoy, el Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá es la institución de seguridad pública más antigua de nuestro país, con una rica historia, llegando hasta nuestros días con su lema: Disciplina, Honor y Abnegación.
LA HISTORIA
Se reconoce oficialmente el 28 de noviembre de 1887 su existencia, de manera que coincida con la celebración de la fecha de la Independencia de Panamá de España.
Bajo la inspiración y guía de su primer director, el comandante Ricardo Arango, un hombre de experiencia en el trabajo bomberil y que había estudiado sobre el peligroso arte de controlar las llamas en la República de Ecuador, quien fue acompañado por el ilustre Rodolfo Hasted, como subdirector, ambos istmeños y patriotas.
Nuestro cuerpo de bomberos inició su funcionamiento con dos compañías: la Panamá No. 1, la China No. 2 y con la Columna de Hacheros, brigadas que fueron conformadas por jóvenes voluntarios de familias renombradas de la sociedad local y por algunos extranjeros residentes en el istmo.
En los actos de celebración, los nuevos bomberos voluntarios iniciaron con prácticas y actividades demostrativas, para familiarizarse con los diversos equipos y destrezas, visualizando los retos y desafíos que el destino les deparaba hasta alcanzar el sitial de honor que ocupa hoy la institución y sus miembros.
Mas no todo fue gloria. Otro gran incendio, ocurrido en el hotel Roma, en junio de 1888, de la mano de muchas carencias e indiferencias por parte de la población y de la muy deteriorada situación de Panamá como Departamento de Colombia, llevó al fracaso al Cuerpo de Bomberos.
Pero el destino estaba forjando a los jóvenes y valientes voluntarios a no desistir. Transcurría el año 1889, a doce y tantos meses del fracaso del primer intento de que la ciudad de Panamá contara con un cuerpo de bomberos, cuando Juan Antonio Guizado y Florencio Arosemena se erigen como los nuevos líderes y establecen de forma definitiva el Cuerpo de Bomberos de Panamá.
LA REPÚBLICA
El 18 de mayo de 1903 falleció don Florencio Arosemena, dejando un vacío en las directrices de la institución. El 24 de mayo de 1903 los señores Darío Vallarino y Juan Antonio Guizado presentaron al alcalde de la ciudad de Panamá (Sr. De La Ossa) la iniciativa para organizar y oficializar la institución bajo el nombre del Cuerpo de Bomberos de Panamá. La organización estableció la creación de cuatro compañías y se procedió a designar un comandante en cada una de ellas y al Primer Comandante en Jefe.
¨El primero en pasear la bandera panameña, el día 3 de noviembre de 1903, a las 8 de la noche, fue un bombero llamado Alejandro de la Guardia, quien salió del hotel Central, seguido por una multitud, llegando hasta el parque de Santana y regresando al hotel¨. En el Panamá de 1903, todas las actividades de reacción, salían del parque Santa Ana, y, era precisamente allí que quedaba el cuartel del Cuerpo de Bomberos de Panamá. Para la convocatoria del pueblo se utilizó una campana que aún reposa en la estación de bomberos Ricardo Arango.
Esa misma noche el coronel José Gabriel Duque Amaro, comandante primer jefe, reclamó al jefe del ejército de la República, general Esteban Huertas, lo siguiente: ¨Señor general, comandante en jefe del Ejército de la República. En la noche del 3 de noviembre de los corrientes, en que tuvo lugar el movimiento que dio por resultado el establecimiento de la República de Panamá, los miembros del cuerpo de mi mando concurrieron a empuñar las armas para defender el nuevo orden de cosas que surgía¨. Luego el día 4, fueron dados de alta en el Batallón 2º del Istmo gran número de esos bomberos.
El Dr. Manuel Amador Guerrero, al alcanzar la más alta magistratura del país, se propuso seguir apoyando al bombero y con la Ley 36 de 1904 (3 de mayo 1904), destinó 30,000 pesos al C.B.P. y creó la primera Guardia Permanente.
Muchos cambios y vicisitudes pasó el C.B.P. Poco a poco fueron fundando nuevos cuerpos de bomberos en otras provincias. Para el Siglo XX se intentó dar coherencia adscribiendo todos los cuerpos existentes al Ministerio de Gobierno y Justicia.
La gran lucha por la autonomía, y la obtención de sus ideales y metas se concretizaron con la Ley 10 de 2010. Esta Ley crea el Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá, que fusiona, finalmente, las 11 instituciones que existían en el país y sus filiales municipales; marcando su emancipación del Ministerio de Gobierno y su manejo a través de un patronato y la dotación de un fideicomiso, siendo su actual director general, el coronel Ernesto de León Echevers; y su subdirectora general, la coronel Matilde Torres.
Hoy por hoy, el Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá es la institución de seguridad pública más antigua de nuestro país, con una rica historia, llegando hasta nuestros días con su lema: Disciplina, Honor y Abnegación, que resume la manera en que los llamados “camisas rojas” asumen la responsabilidad de salvaguardar vidas y propiedades, como también desarrollar las tareas de salvamento, búsqueda y rescate en desastres naturales y antrópicos, manejo de incidentes con materiales peligrosos, tomando como referencia, entre otras, las normas de la “National Fire Protection Association” (EUA) y la atención pre hospitalaria de las personas afectadas por siniestros, garantizando así: desarrollo, paz social y beneficios generalizados al país.
LA TRADICIÓN DEL DESFILE DE LAS ANTORCHAS
El significado de este desfile de antorchas tiene su representación en que, por los primeros años de la República, a falta de energía eléctrica, las calles se iluminaban con luz de antorchas y el paseo, durante las celebraciones patrias, se convirtió en una tradición que paulatinamente fue apreciado por más y más personas.
El pueblo espera con gran expectativa el Desfile de las Antorchas, una de las más llamativas tradiciones en nuestro país que se produce en las postrimerías de las fiestas patrias, cada 27 de noviembre, en horas de la noche, para ver desfilar las unidades del Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá acompañado de su Banda de Música.