Este último ataque en Guerrero es otro ejemplo de las enormes dificultades que enfrentan periodistas y medios para ejercer su labor sin temor a represalias”, agregó Roberto Rock, director del portal La Silla Rota, de México y presidente de la SIP.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó los graves ataques contra cinco periodistas mexicanos, ocurridos el martes en el Estado de Guerrero. La organización hizo un llamado al gobierno federal a poner freno a la ola de violencia e impunidad contra la prensa y a garantizar la seguridad de los periodistas.
Los periodistas Jesús Antonio de la Cruz, del sitio web Noticias Reportes Guerrero; Óscar Guerrero, fotoperiodista del portal Amapola Periodismo; Víctor Mateo Francisco, colaborador de ANG, AHORA Guerrero y Quadratín, entre otros medios, y Héctor Camacho, del semanario Interacción, circulaban en un vehículo cuando fueron atacados a balazos por sujetos que se movilizaban en una motocicleta en la ciudad Chilpancingo, capital del estado de Guerrero.
De la Cruz y Mateo fueron hospitalizados tras ser alcanzados por disparos de armas de fuego y se encuentran fuera de peligro, según informes de medios locales. Guerrero resultó con una herida leve en un brazo y Camacho salió ileso. La agresión ocurrió el 28 de noviembre luego de que los reporteros cubrieron el asesinato de un conductor de transporte público, según los informes.
El presidente de la SIP, Roberto Rock, expresó la condena y la solidaridad de la organización con los periodistas agredidos.
“Lamentablemente seguimos viendo, con indignación y en estado de indefensión, como se normaliza el avance de la violencia contra la prensa en todo el territorio mexicano. Este último ataque en Guerrero es otro ejemplo de las enormes dificultades que enfrentan periodistas y medios para ejercer su labor sin temor a represalias”, agregó Rock, director del portal La Silla Rota, de México.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Carlos Jornet, director periodístico del diario La Voz del Interior, de Argentina, afirmó que “esta nueva embestida contra el periodismo mexicano pone de manifiesto, una vez más, la necesidad de que las autoridades adopten medidas concretas para frenar esta ola interminable de violencia e impunidad”.
En Apatzingán, en el vecino Estado de Michoacán, también fue atacado ese mismo día el periodista Maynor Ramón Ramírez, del portal informativo ABC, incidente que tuvo lugar en su vivienda, donde maneja un negocio de lavado de alfombras, según informaron medios locales.
Ramírez y otra persona que se encontraba en el lugar recibieron primeros auxilios. El periodista había sobrevivido a un atentado en 2016.
El ataque en Guerrero sucedió días después de que un grupo armado secuestrara el 19 de noviembre en la ciudad de Taxco a los periodistas Marco Antonio Toledo Jaimes, Silvia Nayssa Arce Avilés y Alberto Sánchez Juárez. Fueron liberados posteriormente sin que se conociera la razón para privarlos de su libertad.
Durante la Asamblea General de la SIP, celebrada a mediados de noviembre en Ciudad de México, la organización aprobó una resolución en la que instó al gobierno de México y de otros países de la región a cumplir “con su responsabilidad de identificar a los responsables materiales e intelectuales de los asesinatos y hechos de violencia, y que apliquen las sanciones correspondientes, a fin de que no queden en la impunidad”.