Nuestro país se aboca a una nueva etapa histórica que nos impone una renovada visión de desarrollo, cónsono con las necesidades que presenta la nación panameña en general. Sin embargo, la mayoría de los candidatos se enfocan en repetir una y otra vez las mismas ideas que han emitido previamente, sin considerar que el país gradualmente se deteriora y necesita acciones firmes y decididas para lograr su rescate.
No podemos seguir vendiendo sueños de humo, hablando de trenes, carreteras majestuosas, y muchas ilusiones más, cuando sabemos que lo que heredaremos es una enorme deuda.
Hay que actuar con una clara visión de país que permita comprender las esperanzas del pueblo, esperanzas que se resumen en los planteamientos expresados en los últimos meses por Martín Torrijos, al hablar sobre un Panamá posible. Puedo colegir de sus apreciaciones que, tal como lo plantea, “o salvamos el país ahora, o lo perdemos para siempre.”
Por eso, es importante que todos los panameños y panameñas tomemos conciencia de que no podemos seguir estructurando planes de gobierno que, al finalizar el período, el siguiente gobierno los engaveta y nos sorprenden con nuevas ideas que reemplazan lo previamente realizado o planificado.
Luego de analizar la clara posición del candidato Torrijos y su propuesta de un Panamá posible, nos lleva a considerar que es menester establecer una planificación que permita darle continuidad a lo que, a juicio de los expertos, es una urgente necesidad para nuestro país: Un Plan de Estado que promueva la transparencia y participación ciudadana.
Un Plan de Estado con inclusión regional, logrando una descentralización efectiva, no clientelista.
Un Plan de Estado por el agua, para consumo humano, para el Canal, la industria y la producción agropecuaria.
Un Plan de Estado por la salud para lograr atención médica oportuna y medicamentos para todos los panameños y panameñas. Un Plan de Estado por la educación que permita garantizar una educación integral, innovadora, adecuada para el siglo XXI.
Un Plan de Estado para asegurar los recursos financieros que permitan a los jubilados disponer de una vida digna y saludable.
Finalmente, un Plan de Estado que involucre igualdad frente a la ley, un gobierno sin privilegios, con igualdad de género y que garantice la seguridad ciudadana.
Después de lo anteriormente expuesto se impone que el resto de los candidatos, no solo enuncien los mismos puntos que conceptualmente menciona Torrijos en su propuesta de un Panamá posible, sino que establezcan un compromiso de respetar lo que podamos lograr como gobierno en la Visión 2024 a fin de mejorar las condiciones de nuestra nación a través del concurso de los gobiernos que sucedan nuestra gestión.