Como consecuencia de estos ataques, cuatro de las cinco principales compañías de portacontenedores del mundo han interrumpido o suspendido sus servicios
El gigante petrolero británico BP interrumpirá todos sus envíos en el Mar Rojo, debido a los ataques que vienen sufriendo las embarcaciones que atraviesan esta ruta clave para el comercio internacional a manos de los hutíes, publicó La Razón.
“La seguridad de nuestra gente y de quienes trabajan en nuestro nombre es la prioridad de BP”, indica el comunicado de la compañía.
La petrolera británica siguió los pasos de los gigantes del transporte marítimo Maersk, MSC, con sede en Suiza, y el grupo francés CMA CGM. Esto se le sumó la noruega Equinor ASA, quien hizo un anuncio similar horas después. Otro gran armador de petroleros, Euronav NV, también anunció la pasada semana que evitarían esta zona determinante para el transporte marítimo comercial.
En total, cuatro de las cinco principales compañías de portacontenedores del mundo han interrumpido o suspendido sus servicios en esta zona.
Existe el riesgo que la crisis naval impacte en los mercados y dañe el comercio internacional. Esto debido a que los rebeldes yemeníes atacan casi a diario. Sitúan bajo su radar a cualquier buque que tenga conexiones con el Estado de Israel o que se dirija hacia sus puertos. Es su respuesta a la guerra contra Hamás en Gaza, en la que han muerto cerca de 17,500 personas, según el recuento del Ministerio de Sanidad gazatí. No detendrán las hostilidades, aseguran, hasta que lleguen alimentos y medicinas a la Franja.
Un buque cisterna de combustible, el Swan Atlantic, ha sido alcanzado este lunes por un objeto no identificado, según su propietario, que asegura no tener ningún vínculo con Israel. La embarcación pertenece a un grupo noruego y su gestión técnica a Singapur. No ha habido heridos ni daños, afirma la compañía Rieber & Son.
El portavoz militar de los hutíes, Yahya Sarea, confirmó el lunes haber atacado no una, sino dos embarcaciones con drones navales. El Swan Atlantic y el MSC Clara, un buque con bandera de Panamá.
El desvío anunciado por las empresas significa que los buques no pueden atravesar el Canal de Suez, conducto por el que transita el 12% del comercio marítimo mundial, así como el 30% del tráfico mundial de contenedores. No podrán hacerlo, además, en un momento en que una ruta comercial alternativa, el Canal de Panamá, también se ha visto limitada por la sequía.
Evitar el Mar Rojo supone tener que navegar alrededor de África, una ruta mucho más extensa que retrasa las entregas de carga. Son más de 482.800 kilómetros adicionales, una semana más de diferencia, estiman los expertos. Este factor elevaría los costes de tránsito y repercutiría en los precios de las acciones de las empresas de transporte marítimo que cotizan en bolsa.
Hasta la fecha, un total de 46 portacontenedores que se han desviado por el extremo sur de África en lugar de utilizar el mar Rojo y otros 78 que esperan instrucciones, según declaró en X Ryan Petersen, fundador de la empresa de logística Flexport. Los números son graves.