El estudio fue publicado en la revista Sciencia Advance
La capacidad humana de sorprenderse disminuye a medida que el cerebro se desarrolla, ya que “los estímulos inusuales” cada vez se pueden clasificar más rápidamente, así lo revela un estudio divulgado por un grupo de investigadores de la Universidad Basilea en Suiza, reportó la agencia EFE
El artículo titulado -¡Sorpresa!-Cómo el cerebro aprende a afrontar lo inesperado- está basado en experimentos con ratones jóvenes realizados por el equipo de investigación de la neurocientífica Tania Barkat, profesora en el departamento de Biomedicina de esta universidad suiza.
Los ensayos, muestran que, progresivamente los incentivos se pueden ordenar con menos tiempo entre “importantes” o “poco interesantes” y son “significativamente menos sorprendentes” la segunda y tercera vez que aparecen.
Este hecho, según el artículo científico, explica por qué para los niños el mundo está lleno de sorpresas, mientras los adultos son más difíciles de sorprender.
También aclara que reconocer lo inesperado es una capacidad cognitiva, pues lo no conocido también puede suponer un peligro y a medida que los humanos crecen, su cerebro aumenta esta eficacia en la detección de nuevos estímulos.
De esta forma, como se especifica en el texto, la capacidad de asombro es menor en un cerebro más desarrollado y, aunque algunos hechos sí pueden llamar la atención, no provocan una reacción inesperada que suponga gastar mucha energía como en la niñez.