El conflicto ha desencadenado una crisis humanitaria, con 23,900 civiles palestinos muertos en Gaza, incluyendo 12,000 niños, y el 70% del territorio asediado reducido a escombros, mientras crece el temor a que los combates se extiendan a toda la región.
Nuevos ataques alcanzaron el sábado objetivos hutíes en Yemen después de que los rebeldes, respaldados por Irán, amenazaran con llevar a cabo más ataques en apoyo de Gaza contra lo que consideran buques del mar Rojo vinculados a Israel.
Genocidio en Gaza
Después de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, escuchara esta semana los argumentos que acusaban a Israel de violar la Convención de las Naciones Unidas contra el Genocidio, Netanyahu insistió en que ningún tribunal ni enemigo militar podría impedir que Israel lograra su objetivo de destruir a Hamás. “Nadie nos detendrá: ni La Haya, ni el Eje del Mal, ni nadie”, declaró el sábado en una conferencia de prensa televisada, refiriéndose a los grupos del denominado Eje de la Resistencia, alineados con Irán en Líbano, Siria, Irak y Yemen.
“Después de 100 de guerra en Gaza. Hamás se defiende hasta la muerte. Atrapados entre Egipto y el mar, los miembros de la milicia terrorista venden cara su vida con el único objetivo de la supervivencia”, dijo este domingo el diario español El Mundo.
El asedio israelí ha provocado una grave escasez de alimentos, agua, medicinas y combustible en Gaza, donde el sistema sanitario se está colapsando.
Cada vez es mayor la presión para negociar la entrega de unos 130 rehenes israelíes en poder de Hamás.
Unas 12,000 personas se manifestaron el sábado en Israel en contra del régimen y exigiendo la dimisión inmediata de Netanyahu, un alto el fuego y seguridad tanto para israelíes como para gazatíes.