Poder militar en defensa de la democracia

Poder militar en defensa de la democracia
Mayor Felipe Camargo A., analista de Seguridad y Defensa.

Hay un cambio del paradigma con relación a las fuerzas armadas del continente a raíz de los acontecimientos recientes del Perú cuando el presidente -actualmente preso- intentó dar un auto golpe de Estado, las fuerzas armadas no lo respaldaron y defendieron la democracia peruana.

Ahora le toca el turno a las fuerzas armadas del Ecuador de apoyar la democracia en peligro. En Brasil también las fuerzas armadas respaldaron la democracia cuando las turbas atacaron violentamente e irrumpieron en las sedes de las principales instituciones del Estado brasileño.

El caso más reciente es el del Ecuador cuando el presidente Noboa aplica el uso del poder militar como la última línea de contención del avance de los criminales y saca las tropas a la calle y son aplaudidas por el pueblo.

Ese giro del pueblo que anteriormente temía al ejército, ahora le dan la bienvenida, se sienten protegidos frente al sometimiento de las organizaciones criminales. Saluda el despliegue de las tropas en beneficio de la paz social y protección al pueblo del Ecuador. Ese ejemplo es un punto de inflexión de la antigua propaganda izquierdista de que las fuerzas armadas están al servicio del imperio y de las oligarquías.

Ese mito cambió en los últimos años, sobre todo en el comportamiento profesional, apolítico, y apoyo a la democracia de las fuerzas armadas.

La actual lucha armada contra las organizaciones criminales en Ecuador, que está desarrollando su propia doctrina de cómo enfrentar para derrotar una amenaza interna y dar paso a una recomposición de la doctrina militar latinoamericana.

Variaron las prioridades de las estrategias militares, de privilegiar su interés nacional, para desarrollar todo el poder militar a favor de su pueblo amenazado por los criminales.

Ecuador ha podido enfrentar la grave amenaza porque dispone de una fuerza militar organizada. Pero Panamá no tiene esa capacidad de reforzarse frente al mismo escenario ecuatoriano.

Panamá y el nuevo gobierno están obligados a replantearse las prioridades de la defensa nacional, modificar las actuales políticas, y estructuras de inteligencia y capacidades policiales, sobrepasadas por el nuevo escenario del Ecuador.

Es imperativo aumentar la capacidad militar de la nación panameña para defender la democracia de las crecientes amenazas de las organizaciones criminales transnacionales.

Analista de Seguridad y Defensa.

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