Conocido como el “ojo de Dios”, los AWACS permiten estar alertas en caso de que la agresión rusa se extienda más allá de Ucrania
Mientras el conflicto entre Ucrania y Rusia no cesa, con una estela de sangre a su paso, la OTAN, a través de militares franceses, mostró su impresionante tecnología de espionaje.
En un vuelo secreto de 10 horas, 26 militares franceses y un periodista de The Associated Press, emprendieron una misión de reconocimiento para vigilar a Rusia. Lo hacen en un gigantesco avión llamado Sistema de Alerta y Control Aerotransportado, conocido como AWACS.
Con un potente radar que gira seis veces por minuto en el fuselaje y una gran cantidad de equipo de vigilancia, el avión puede detectar lanzamientos de misiles, bombardeos aéreos y otras actividades militares del conflicto.
Volando en círculos en piloto automático a 10,000 metros de altura, el avión brinda información de inteligencia en tiempo real a los comandantes ubicados en tierra. Su misión en el flanco oriental de la alianza militar de 31 naciones, contempla también trazar una línea de prohibición de vuelos no autorizados en los cielos europeos.
Un teniente coronel llamado Richard, dijo que el “objetivo final es, por supuesto, que no haya conflicto sino disuasión”. Reveló que tres AWACS pueden cubrir toda Europa central. La OTAC cuenta con 14 de esos aparatos sofisticados.
Los vuelos regulares de vigilancia, junto con patrullas de cazas, radares terrestres, baterías de misiles y otros equipos a disposición de la OTAN, forman lo que el comandante del escuadrón AWACS de Francia describió como “un escudo” contra cualquier posible desborde por parte de Rusia u otras naciones.
Capaces de volar durante 12 horas sin recargar combustible, los AWACS franceses no se limitan a misiones de vigilancia, comunicaciones y control del tráfico aéreo para la OTAN.
Esperan ser desplegados como parte de la gigantesca operación de seguridad de los Juegos Olímpicos de París, proporcionando vigilancia adicional por radar con lo que el teniente coronel Richard llamó su “ojo de Dios”.
La presencia sostenida del avión sobre el este de Rumania puso de manifiesto la intensidad con la cual la OTAN vigila sus fronteras y a Rusia. La OTAN está lista para actuar, si es necesario, en caso de que la agresión rusa amenace con extenderse más allá de Ucrania.