Aliados de Irán están repartidos por Líbano, Cisjordania, Irak, Siria, Yemen, Bahréin y la propia Gaza y Cisjordania
Expertos militares afirman que “es casi seguro que Irán reaccionará violentamente si Hezbulá es atacada”, pero descartan una guerra total.
“Israel todavía dispone de amplias herramientas para causar daño a Irán, e Irán se ha mostrado históricamente reacio a luchar directamente contra Israel. Sin embargo, estamos viendo cómo las milicias proiraníes de Yemen, Siria e Irak están atacando y generando tensiones en el Mar Rojo”, dijo el analista militar Robert Farley, en una entrevista con el diario español La Razón.
La invasión militar de Israel a la Franja de Gaza ha matado a 25,105 palestinos y dejado 62,681 heridos, según cifras oficiales.
En el área norte de Gaza, según Naciones Unidas y la Media Luna Roja, sigue habiendo unas 800 mil personas que sufren una dura crisis humanitaria por las dificultades de acceso a comida, agua, ayuda humanitaria o suministros básicos como medicinas.
También es posible que el conflicto se extienda a la región si no se consigue frenar a los rebeldes yemeníes. Frente a esta amenaza, Estados Unidos ha forjado una coalición y no me extrañaría que otros países, como Alemania, se sumen en las próximas semanas.
Farley dio que “nadie tiene idea” de cuándo terminará Israel su guerra de destrucción en Gaza. “Las estimaciones israelíes para la parte intensa de la campaña militar parecen extenderse varios meses, aunque eso depende en gran medida de la intensidad con la que los israelíes pretendan ejecutar la operación. Combatir en una zona urbana muy fortificada es necesariamente difícil y lento, pero si Israel no se ve obligado a sumarse a un alto el fuego, sin duda podría llevar meses completar la operación militar”, dijo el experto.
Irán en siete frentes de guerra
Los expertos coinciden en que la guerra de Israel contra Hamás ha activado de manera simultánea a toda una pléyade de fuerzas financiadas y entrenadas por Irán y repartidas por Líbano, Cisjordania, Irak, Siria, Yemen, Bahréin y la propia Gaza contra los intereses de Israel, Estados Unidos y sus aliados.
Son los peones de la República Islámica de Irán, la potencia del islam chií –minoritario en la región–, al servicio de su deseo de incrementar poder e influencia en el mundo árabe.
A la cabeza de todas estas fuerzas armadas se encuentra la libanesa Hezbulá, la más antigua y poderosa de las milicias –también partido político factor clave y decisorio en la vida política del Líbano– apoyadas por Irán.
Pero la preocupación mayor en estos momentos viene del mar Rojo. Los hutíes, grupo insurgente que desde 2014 combate por hacerse con el control total de Yemen –el apoyo de Teherán ha permitido resistir con éxito la intervención militar internacional comandada por Arabia Saudí– se han unido a la guerra en solidaridad con Hamás a su forma: atacando buques comerciales israelíes –o vinculados a este país– que transitan por el Mar Rojo rumbo al Canal de Suez, en Egipto.
La influencia de Irán en Siria no acaba en el régimen títere de Bachar el Asad, pues Teherán apoya a diversos grupos como los chiíes afganos de la Brigada Fatemiyoun. De la misma manera, los tentáculos del régimen islámico están presentes en Irak a través de varias organizaciones armadas tales como Kataib Hezbollah, Asaib Ahl al Haq, Harakat Hezbollah al Nujaba o las Brigadas Badr. En Bahréin, único país de mayoría chií como Irán aunque gobernado por una monarquía suní, el régimen ejerce su influencia a través de las Brigadas Al Ashtar.
La desafiante guerra abierta desde Yemen a Líbano pasando por Irak y Siria puede acarrear serios riesgos para el régimen, opinan los expertos.
A pesar de que ni Israel ni Estados Unidos están interesados en una guerra directa con Irán, la respuesta implacable de Israel en Gaza y en Líbano demuestra que no se quedará de brazos cruzados.
Los bombardeos llevados a cabos directamente por las fuerzas iraníes contra organizaciones islamistas suníes en los últimos días en suelo iraquí, sirio y paquistaní amenazan con deteriorar las relaciones de la República Islámica con sus vecinos.