En días pasados, al igual que hago cuando me llegan parientes o amigos del exterior, los llevo al Canal y otros sitios de interés que hay por esa área. Para mi sorpresa, me encontré con un Centro de Visitantes de Miraflores en estado tan deplorable que pensé que acabamos de terminar la pandemia que todo lo paralizó incluyendo dicho centro turístico
La fila de entrada era larguísima ya que solo había tres cajeros para vender los boletos, baratos para los panameños y bastante más caros para los extranjeros. Quedan dos cajeros, cuando alguno se va almorzar, lo que provoca aglomeraciones en la entrada.
El interesante museo está inoperante desde la pandemia y están cerrados los pisos tres y cuarto para observar los buques que cruzan el Canal, me imagino que también desde la pandemia. En el piso dos, bastante pequeño, se amontona la gente para poder apreciar mejor el espectáculo de ver cruzar esos gigantes marítimos que con su valiosa carga atraviesan Panamá.
Pregunté y ni me dieron respuestas. Sin embargo, alguien vinculado a la ACP me informó que están en remodelación y que esperan terminar en 2026, como si estuvieran haciendo otro juego de esclusas. La proyección en IMAX de 42 minutos, como siempre, de primera categoría.
Aproveché para ir a otros lugares cerca como el cementerio estadunidense de Corozal, el cual como siempre inmaculado, así como en la misma vía el campo santo chino y el templo mormón. Todos siempre están muy bien atendidos.
En el recorrido, los llevé hacia las esclusas de Pedro Miguel y a Paraíso para enseñarles el cementerio francés donde están enterrados muchos de los ciudadanos de Francia que murieron en la construcción y que me tocó restaurar, tras la invasión, cuando fui alcalde.
Me costó encontrarlo porque era mucha la yerba que lo tupía. Parece que el alcalde Fábrega no es muy amigo de los franceses y la embajada de ese país no tienen interés en ayudar a mantener tan histórico sitio, como sí lo hecho el gobierno estadunidense con sus muertos en Corozal.
Pero no todo fueron malas experiencias. En el Mercado San Felipe Neri, obra iniciada por el alcalde José Blandón y concluida por el actual burgomaestre del distrito capital -algo verdaderamente plausible en un país donde no se les da continuidad a las gestiones del anterior administrador- lo encontré como siempre en estado óptimo.
La banda municipal, ideada durante mi gestión municipal, amenizaba a los presentes que adquirían las diversos productos y artesanías allí expuestas.
Nuestras ciudades tienen mucha riqueza turística que no se aprovecha correctamente. Cuando fui alcalde, con la ayuda de las autoridades de cooperación internacional de España logramos publicar una lujosa y detallada guía de los sitios turísticos de la ciudad capital, escritos con la ayuda de los reputados periodistas Herasto Reyes (qepd), de La Prensa, y Abdiel Antonio Gutiérrez, quien laboraba conmigo en el Despacho Superior. Cuando salí de la Alcaldía, las guías turísticas que quedaban fueron a dar a un cesto de basura, quizás porque llevaban impreso mi nombre.
Son pequeños ejemplos de lo que puede hacerse y no se hace por satisfacer la demanda de los turistas que nos visitan. Todo esto pasa porque no existe un compromiso de todas las instancias del gobierno nacional o municipal de impulsar como se debe el turismo.
Al llegar al Canal me enteré de que el teatro IMAX fue dado en concesión a la Pepsi Cola, algo que desconocía. Al igual me enteré que el Museo del Canal, también se dará en concesión. Pero, ¿acaso eso le importará al turista que llega a Panamá y le han hablado de que la ACP es una gran empresa pública panameña? Quiere recibir por lo que paga y se sentirá frustrado con esas absurdas explicaciones que nos dan para justificar por qué las cosas no están funcionando bien.
Tenemos muchísimo más que ofrecer que otros países que, como Costa Rica, obtienen tantos beneficios del turismo. Así como el presidente Cortizo dijo que la estrella de su gobierno sería la educación y no la ha sido, igual promesa hicieron con el desarrollo del turismo, responsabilidad otorgada al vicepresidente Carrizo.
No nos imaginamos todo lo que nos puede dar el turismo. Basta con despolitizar la actividad para atender las necesidades de cada lugar turístico que tenemos. Sin duda que, en una alianza entre el nuevo gobierno, el sector privado y la ciudadanía, lograremos ser uno de los mejores destinos turísticos de la región.