El paso a través de ese corredor comercial crucial está restringido por los bajos niveles de agua causados por la sequía
Las limitaciones en el número de tránsitos diarios por el Canal de Panamá, significa un “golpe doble” al transporte marítimo ya afectado por el conflicto en el Mar Rojo y el difícil acceso al Canal de Suez, informó en un extenso reportaje la agencia AP.
“El paso a través de otro corredor comercial crucial -el Canal de Panamá- está restringido por los bajos niveles de agua causados por la sequía. Y los transportistas tienen prisa por trasladar mercancías antes que las fábricas chinas cierren por las festividades del Año Nuevo Lunar, del 10 al 17 de febrero”, dijo el informe, reproducido por el periódico dominicano Listín Diario.
Los ataques a barcos en el Mar Rojo han provocado un shock al comercio mundial.
Los rebeldes hutíes en Yemen, que buscan detener la matanza de Israel contra Hamás en Gaza, atacan buques de carga que surcan las aguas que conectan a Asia con Europa y Estados Unidos, y obligan al tráfico a alejarse del canal de Suez y rodear la punta de África. La disrupción provoca retrasos y eleva los costos.
“Lo que ha sucedido ahora es un caos a corto plazo y el caos conduce a mayores costos”, dijo Ryan Petersen, director general de Flexport, empresa de gestión de cadenas de suministro. “Cada barco que es desviado lleva 10,000 contenedores. Son muchos correos electrónicos y llamadas telefónicas que se realizan para volver a planificar el viaje de cada uno de esos contenedores”.
Precios más altos
La amenaza crece considerablemente cuanto más se prolonga la guerra en Gaza. Una disrupción del comercio en el Mar Rojo que dure un año podría aumentar la inflación de los bienes hasta en un 2%, dice Petersen, y causaría un mayor dolor en un mundo que ya lucha con precios más altos de alimentos, alquileres y más. Eso también podría significar tasas de interés aún más altas, lo que ha debilitado las economías.
Aproximadamente el 20% de la ropa y el calzado importados a Estados Unidos llegan a través del Canal de Suez, explicó Steve Lamar, director general de la Asociación Estadounidense de Prendas de Vestir y Calzado. En Europa, el impacto es aún mayor: El 40% de la ropa y el 50% del calzado atraviesan el mar Rojo.
“Esta es una crisis que tiene implicaciones globales para la industria del transporte marítimo”, dijo Lamar.
Desde el 19 de enero, según Flexport, casi el 25% de la capacidad de transporte marítimo mundial está siendo desviada o se desviará del Mar Rojo, lo que sumará miles de millas marítimas y una o dos semanas a los viajes.
La demanda global también se ha enfriado, en parte porque la Reserva Federal de Estados Unidos y otros bancos centrales han elevado las tasas de interés para combatir la inflación y en parte porque la poderosa economía de China se tambalea.
Jan Hoffmann, un experto en transporte marítimo de la ONU, enfatizó que los obstáculos en el transporte marítimo en el Mar Rojo planteaban un riesgo para la seguridad alimentaria mundial al ralentizar la distribución de cereales a partes de África y Asia, que dependen del trigo de Europa y la zona del mar Negro.
Será incluso peor si el conflicto en el Medio Oriente se amplía y eleva los precios del petróleo, que ahora son más bajos que el día antes de que Hamás atacara a Israel el 7 de octubre.