Experta desgrana algunas de las grandes dudas que alrededor de la naturaleza de los ojos y el alcance de la visión
Una serie de interrogantes, factores o fenómenos relacionados con la visión humana fueron despejados por la neurocientífica Conchi Lillo, autora del libro ‘¡Abre los ojos!, informó la agencia Infosalus.
El volumen trata sobre numerosos entresijos de la visión y explica desde cómo es posible ver, por qué unos ven y otros no, diferencias o igual entre la visión de las personas.
En sus investigaciones la experta determinó que hay mujeres con súper visión y que los ojos azules no existen. “El color de ojos cambia hasta la vejez”, afirmó.
Lillo es bióloga y doctora en Neurociencias, así como profesora titular de Biología de la Universidad de Salamanca, e investigadora en el área de la neurobiología de la visión en el Instituto de Neurociencias de Castilla y León.
“Se ha visto que las mujeres que pasan a su descendencia el daltonismo, ellas mismas tienen la posibilidad de tener una visión más rica en gamas de colores. El daltonismo es fruto de mutaciones en genes que codifican las proteínas que responden al color rojo y verde”, dijo Lillo, al explicar que en hombres no suele darse el caso.
Afirmó que los humanos son tricrómatas, es decir, cuentan con tres tipos diferentes de conos. Se denominan fotorreceptores y están compuestos por células sensoriales especializadas en la retina del ojo con los colores rojo, verde y azul.
Lillo identificó en mujeres la posibilidad registrar mutaciones genéticas para distinguir el verde o el rojo en sus cromosomas, en consecuencia, pueden ver muchas más tonalidades que el común de los mortales.
“No es muy frecuente, pero esas mujeres –afirmó la experta-, en vez de distinguir un millón de gama colorímetra, lo que ven los tricrómatas, tres tipos de conos. Las tetracrómatas perciben hasta 100 millones de colores distintos”.
“Es algo que se puede llamar súper visión, aunque no se sale del espectro visible de lo que nosotros vemos normalmente, sino que dentro de éste pueden ver más matices entre los distintos colores”, expresó la neurocientífica.
Por otro lado, asegura que los ojos azules no existen y sustenta su posición en que los seres humanos y muchos vertebrados no cuentan con pigmento azul, no lo generan, entonces lo que se ve en los ojos se debe a un efecto óptico similar al que permite ver el cielo azul.
“Sólo tenemos dos tipos de pigmentos, de melanina, en nuestro organismo: Uno marrón oscuro y otro como naranja rojizo. La mezcla de los dos hace que tengamos diferentes colores en los ojos. En el caso de los ojos azules, los vemos así porque esos ojos tienen muy poca melanina de los dos tipos que hemos dicho, y esto hace que cuando cualquier tipo de luz entra en los ojos, de la misma forma que se dispersa la luz en la atmósfera, y por eso vemos el cielo azul, así lo hace en el ojo, donde también se dispersa porque no se puede absorber por la melanina”, dijo Lillo.
Por último, señaló que el color de ojos cambia hasta la vejez. “Desde que naces –apuntó Lillo- va cambiando el color de ojos, e incluso en tus ojos aparecen motas que no tenías, algunas zonas son más claras o más oscuras, o puede cambiar la cantidad de melanina dentro de un ojo por la cantidad de luz que te está iluminando el ojo en un momento determinado; y la consolidación de la pigmentación de tu piel, de tu pelo, y de tus ojos va cambiando a lo largo de los años”.