Repercute en acceso a servicios sanitarios como al incremento de la inseguridad alimentaria provocando una crisis humanitaria
Farmacias, clínicas, escuelas, casas atacadas o incendiadas era el lúgubre panorama este miércoles del centro de Puerto Príncipe, la capital haitiana, abandonada por la policía y en manos de bandas armadas, pese al estado de emergencia y el toque de queda vigente, informó la agencia EFE.
Los alrededores del Hospital Universitario Estatal de Haití, abandonado desde hace cerca de un mes, fueron blancos de los grupos armados pertenecientes a la coalición Vivir juntos, que encabeza el poderoso Jimmy Cherizier, alias Barbacue.
En la zona, un colegio, clínicas, farmacias y decenas de casas fueron saqueadas e incluso incendiadas por las bandas, al igual que una escuela de arte y decenas de automóviles en los alrededores del centro de la ciudad, con el consiguiente aumento de la tensión y la huida de los residentes.
Según informó la Policía Nacional de Haití, en las operaciones llevadas a cabo entre el 29 de febrero y el 26 de marzo, 17 supuestos bandidos fueron abatidos, entre ellos los jefes de banda Ernst Julmé, alias Ti Greg, y Makandal.
Durante el estado de emergencia están prohibidas, tanto de día como de noche, las manifestaciones en la vía pública y las fuerzas del orden han recibido el mandato de usar todos los medios legales a su disposición para hacer respetar el toque de queda y detener a los infractores.
A pesar del cierre del hospital público, allí quedan todavía algunos pacientes abandonados a su suerte sin que les atiendan los médicos, quienes huyeron de la zona hace aproximadamente un mes.
La violencia prosigue en Haití y tiene repercusiones también en las condiciones de vida de los ciudadanos, tanto en lo que se refiere al acceso a los servicios sanitarios como al incremento de la inseguridad alimentaria, en medio de las voces de alarma de las organizaciones humanitarias.
Según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la escalada de la violencia armada en diferentes regiones de Haití está provocando un mayor riesgo de que empeore aún más la crisis nutricional en el país y en los departamentos de Artibonite y Oeste, donde se encuentra Puerto Príncipe, está limitando la entrega de ayuda y contribuyendo al colapso de un sistema sanitario ya debilitado, factores todos ellos que amenazan de forma inminente la vida de más de 125,000 niños en riesgo de desnutrición aguda grave.
“La situación está creando una crisis sanitaria y nutricional que podría costar la vida a innumerables niños”, advirtió Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF, quien afirma que “miles de niños están al borde del abismo, a pesar de que los suministros vitales están listos para ser distribuidos en cuanto cese la violencia y se reabran las carreteras y los hospitales”.
Mientras tanto, sigue sin concretarse el consejo presidencial de transición de Haití, en medio de altas y bajas de sus miembros, debates internos y sin fecha para la elección del presidente de esta institución.
A la dimisión del consejo presidencial de Dominique Dupuy ante los comentarios machistas y sexistas, las críticas y las amenazas de muerte recibidas por la única mujer que formaba parte de la institución y su sustitución por el diplomático Smith Augustin, se suma ahora la retirada de uno de los observadores, René Jean-Jumeau, de la Agrupación por un Entendimiento Nacional y Soberano.