Está sumida en una profunda crisis, exacerbada por los errores en la gestión económica de la dictadura
Cuba concentró poco más de un tercio del total de sus inversiones en el 2023 en el sector turístico, una cifra que fue un 533% mayor que lo destinado a sanidad, educación y agricultura juntos, según datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), informó este viernes la agencia EFE.
En términos absolutos, la isla destinó $1,349 millones al turismo, un 33,5 % de los $4,026 millones ejecutados el año pasado.
La cifra contrasta con los $125 millones en agricultura, $73.8 millones en sanidad pública y $55.8 millones en educación.
La isla está sumida en una profunda crisis, exacerbada desde hace casi cuatro años por la combinación de la pandemia, las sanciones de Estados Unidos y los errores en la gestión macroeconómica y monetaria.
Como consecuencia, el país caribeño sufre de desabastecimiento de productos básicos, una inflación galopante y una dolarización parcial.
En los últimos años, la dictadura cubana ha subrayado que el turismo -considerado motor de la economía- será parte fundamental para la recuperación económica. Sin embargo, el país no ha igualado los niveles prepandémicos de visitantes internacionales, que en 2019 estuvieron en el entorno de los 4.5 millones. La dictadura cubana ha fijado la meta de recibir a 3.2 millones de turistas este año.
Por otro lado, economistas independientes cubanos han censurado el alto nivel de inversión en la construcción y ampliación de hoteles en detrimento de otras áreas estratégicas en crisis, como la agricultura.
Actualmente, Cuba importa el 80% de los alimentos que consume, unos $2,000 millones, según datos de Naciones Unidas. Pero la falta de divisas del Estado ha vuelto cada vez más difícil abastecer el mercado nacional.