Más de 870,000 palestinos en Gaza están en grado de emergencia y otros 670,000 en situación catastrófica
Tuberías, repuestos, generadores, paneles solares, filtros de agua, equipos de refugio temporal como postes de tiendas de campaña, equipos de comunicaciones y algunos tipos de equipamiento médico son productos que las autoridades israelíes han bloqueado en algún punto de los últimos seis meses, informó el diario catalán El Periódico.
Antenas, dátiles, cables de fibras, sacos de dormir, pelotas, sillas de ruedas, muletas o tijeras se añaden a la infinita lista. Entre los puntos suspensivos imposibles de concretar, también hay cilindros de oxígeno, anestésicos y máquinas de anestesia, ventiladores, medicamentos para tratar el cáncer, kits de maternidad o de higiene, máquinas de rayos X, bebidas en polvo, linternas, camillas, plumas de insulina para niños enfermos de diabetes y orinales.
“La entrada funciona a través de un régimen todavía más arbitrario”, dijo Vicente Raimundo, director de cooperación internacional y acción humanitaria de Save the Children, una de las decenas de organizaciones que se han visto afectadas por estas restricciones.
De forma oficial, las autoridades israelíes han insistido en que “no hay límite” para la entrada de ayuda a Gaza. Pero la realidad sobre el terreno es otra.
Tanto Naciones Unidas como varias organizaciones internacionales han denunciado que Israel impide el acceso a la ayuda humanitaria imponiendo obstáculos durante la inspección y la distribución en la Franja.
“Las inspecciones de los camiones que transportan la ayuda humanitaria son más lentas, largas e inquisitivas, y los motivos de denegación de permisos tienen muy poca lógica para muchos productos, lo que agrava una situación ya de por sí pésima”, explicó Raimundo.
Mientras, la situación en Gaza no deja de empeorar. Casi la totalidad de la población unos 2.2 millones de personas, se enfrentan a una crisis de inseguridad alimentaria, de acuerdo al último informe de la Clasificación Integrada de las Fases de Seguridad Alimentaria, realizado por la ONU y otros grupos humanitarios.
Más de 870,000 ya están en grado de emergencia y otras 670,000 en situación catastrófica. A su vez, esta ciudadanía hambrienta recibe menos de la mitad de la cantidad de alimentos que necesita para sus necesidades mínimas.
“La gente está muriendo porque no recibe la ayuda que necesita y esa ayuda está al otro lado” de los cruces fronterizos de Rafah, en Egipto, y Kerem Shalom, de Israel, denuncia Raimundo.
A finales de febrero, el portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, informó que en Egipto, al otro lado del cruce de Rafah, había 1,000 camiones con 15,000 toneladas de alimentos que todavía siguen esperando la aprobación israelí para poder entrar en Gaza.