Una parte sustancial de la militancia de la rama más mortífera del Estado Islámico la forman nacionales de las antiguas repúblicas soviéticas
Tayikistán, con apenas 10 millones de habitantes, y una de las repúblicas que formó parte de la desaparecida Unión Soviética, es uno de los principales graneros de la filial del Estado Islámico con base en Afganistán, informó el diario español La Razón.
En un extenso reportaje desgrana como Tayikistán, uno de los países más pobres de la región, concentra una parte sustancial de la militancia de la rama más mortífera del Estado Islámico, también conocido como Dáesh.
Primeramente, expone como la Rusia del autócrata Vladimir Putin intenta culpar rápidamente a Ucrania de la matanza del Crocus City Hall de Moscú, que dejó al menos 144 muertos. Sin embargo, la filial del Dáesh con base en Afganistán, no tardó en asumir la autoría del atentado terrorista.
En su artículo, la Razón expone, en primer lugar, que el Estado Islámico no perdona que las fuerzas rusas fueron fundamentales en la derrota militar del Califato en Siria en auxilio de uno de los socios más fieles de la Rusia de Putin: El régimen presidido por Bachar el Assad, el gran superviviente de la región, gracias al apoyo de Moscú e Irán.
Además, detalla que con el atentado del pasado día 22, la filial con base en las montañas afganas, que se ha ganado en unos años un reconocimiento en brutalidad y radicalismo, venga el apoyo ruso -a través de los mercenarios del Grupo Wagner- a varios gobiernos de África Occidental que pidieron ayuda al Kremlin -para tratar de poner freno a la expansión de los grupos armados regionales, con las filiales locales de Al Qaeda y el Estado Islámico a la cabeza.
Asimismo, señala el diario español, la organización no olvida la cruzada de Putin contra el movimiento independentista checheno, como tampoco mucho antes la invasión soviética de Afganistán.
Explica que aunque la organización cuenta con militantes afganos, pakistaníes, turcos o iraníes, una parte sustancial de la militancia de la rama más mortífera del Estado Islámico la forman nacionales de las antiguas repúblicas soviéticas de Asia Central con Tayikistán -con entre 1,500 y 2,000 combatientes sobre un total de entre 4,000 y 6,000 miembros- a la cabeza.
Tayikos eran los dos suicidas que golpearon en Irán en enero, y también dos suicidas tayikos provocaron en Irak una matanza con un centenar de muertos. Según las autoridades rusas, los cuatro perpetradores del atentado del Crocus City Hall de Moscú tenían pasaporte tayiko.