Un dron israelí disparó tres veces contra un convoy de World Central Kitchen cuyos coches estaban claramente marcados con el logotipo de la organización
La muerte de siete trabajadores de la organización humanitaria World Central Kitchen (WCK) en un bombardeo israelí en la Franja de Gaza ha llevado al grupo fundado por el chef español José Andrés a pausar sus operaciones en la región, y a buena parte del mundo a exigir respuestas a Israel, informó la agencia EFE.
El régimen de Benjamín Netanyahu, admitió la muerte de trabajadores humanitarios por un ataque “no intencionado” de las fuerzas del país, aunque sin citar al grupo.
Según el medio Haaretz, que cita a fuentes de defensa, un dron israelí llegó a disparar tres veces contra un convoy de WCK en el centro de Gaza, a pesar de que los coches estaban claramente marcados con el logotipo de la organización.
“No se trata sólo de un ataque contra WCK, sino también contra las organizaciones humanitarias que intervienen en las situaciones más terribles, en las que los alimentos se utilizan como arma de guerra. Es imperdonable”, ha denunciado Erin Gore, directora general de WCK, en un comunicado.
Esta ONG también aseguró que el equipo atacado se estaba desplazando en una zona de desescalada en vehículos debidamente señalizados con el emblema de WCK, y que sus movimientos estaban coordinados con las fuerzas israelíes.
Las nuevas víctimas se suman a más de 32,800 muertos, en su mayoría mujeres y niños, además de 8,000 sepultados bajo los escombros y 75,000 heridos, como consecuencia de casi seis meses de agresión de Israel contra Gaza.
El grupo, que se encarga de repartir alimentos y comidas preparadas en lugares en conflicto o afectados por desastres, confirmó que entre los muertos hay ciudadanos australianos, británicos, polacos, palestinos y un ciudadano con doble nacionalidad estadounidense y canadiense.
La primera consecuencia fue la cancelación de entrega de ayuda humanitaria procedente de Chipre. Una segunda flotilla con 400 toneladas de ayuda para la población atrapada por la agresión de Israel a Gaza.
Tras el ataque, esa flotilla ha puesto rumbo de vuelta a Chipre con gran parte de la carga sin entregar, ya que solo lograron desembarcar 100 toneladas, como parte del proyecto de corredor marítimo lanzado por la WCK con el visto bueno del gobierno de Chipre, la Unión Europea, Israel y la Autoridad Nacional Palestina.
El coordinador humanitario de la ONU para los territorios palestinos, Jamie McGoldrick, afirmó que el ataque a los siete trabajadores de WCK no es un incidente aislado.
“Para el 20 de marzo, al menos 196 trabajadores humanitarios habían muerto en los territorios palestinos ocupados desde octubre de 2023”, destacó McGoldrick, una cifra tres veces superior a los que han muerto en cualquier conflicto previo en todo un año.
Por otro lado, Canadá solicitó este martes una “completa investigación” del ataque israelí contra un grupo de trabajadores humanitarios de la organización WCK, , y que “los responsables de estas muertes rindan cuentas”.
La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, añadió en su cuenta de X que está “horrorizada” por el ataque del ejército israelíe contra los trabajadores humanitarios y confirmó que uno de los siete fallecidos es canadiense.
La ministra canadiense señaló que “los ataques contra el personal humanitario son totalmente inaceptables” e señaló que Israel viola sus responsabilidades legales al apuntar que “el derecho internacional humanitario debe ser respetado”.
Su declaración se produce después de que Australia también dijera que Israel tiene que rendir cuentas por el ataque en la madrugada del martes contra los trabajadores humanitarios de WCK en la Franja de Gaza en el que murieron ciudadanos palestinos, del Reino Unido, Polonia y Australia, así como una persona con doble nacionalidad de Estados Unidos y Canadá.
También este martes, el secretario de Estado, Tony Blinken, pidió a Israel “una investigación rápida, completa e imparcial”.
Aunque las tropas israelíes han matado a decenas de trabajadores humanitarios desde que invadió la Franja de Gaza en octubre, es la primera vez que los muertos son extranjeros.