La investigación apunta a que políticos regalaban a Boluarte las joyas a cambio de contratos públicos
“Una fuente que se reunió varias veces con la presidenta Dina Boluarte vio que en cada ocasión distinta, ella lucía un Rolex y nos pasó la voz. De inmediato, Ernesto Cabral, nuestro investigador, entró a la base de datos de las fotografías presidenciales y revisó 10,000 fotografías y no solo de ella como presidenta, sino cuando era vicepresidenta y ministra. Nosotros inicialmente detectamos 14 relojes, ahora sabemos que son 17”, explica a La Razón Marco Sifuentes, el director del medio digital peruano “La Encerrona”, que reveló el asunto de los ostentosos Rolex de la presidenta peruana.
Y así comenzó la historia que ha puesto contra las cuerdas a Boluarte en un caso que ya empieza a llamarse el Rolexgate.
Sifuentes, que vive entre Madrid y Lima y es el periodista de medios digitales de mayor prestigio en Perú, reflexiona que resulta increíble que 18 días después del destape periodístico y pese a la exigencia de la Fiscalía, Boluarte aún no haya mostrado los Rolex a las autoridades.
La Fiscalía que investiga a Boluarte informó el domingo, a través de un comunicado, que durante el allanamiento en Palacio de Gobierno la mandataria peruana, que estuvo presente en la diligencia, rehusó exhibir y menos entregar los relojes rolex cuando el fiscal le conminó a hacerlo.
La Fiscalía también ha negado que los operativos para dar con el paradero de los Rolex se hayan realizado en forma arbitraria y abusiva, pues fue autorizada por el juez supremo Juan Carlos Checkley.
Pese a que no se hallaron los Rolex por ningún lado, agentes de la Fiscalía y la Policía encontraron ocho relojes más en una cómoda de su habitación en su residencia de Palacio, aparte de los cuatro Rolex detectados y que son parte de la colección de lujo con la que cuenta la mandataria peruana.
Otros medios periodísticos peruanos revisan innumerables fotografías de la mandataria peruana en diversos eventos públicos para detectar otras joyas de lujo posee. Así han dado con algunas pulseras de oro con incrustaciones de diamantes.
Según fuentes consultadas por La Razón, la hipótesis de la Fiscalía de la Nación apunta a que las joyas de Boluarte serían obsequios de lujo entregados a la mandataria por diferentes líderes políticos y económicos con el fin de obtener beneficios en inversiones y obras públicas. Está bajo la mira el gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Osccorima, aliado de la mandataria peruana y quien se ha visto beneficiado con obras para su región por más de $50 millones.