Aseguran que la situación afecta a aproximadamente 7,000 empleados, proveedores, agricultores y otros
Como una “funesta medida” calificó la Asociación de comerciantes y Distribuidores de Víveres y Similares de Panamá (ACOVIPA), el secuestro de cuentas bancarias, plazos fijos, valores, bienes muebles e inmuebles a nombre de Importadora Ricamar, S.A. (IRISA), propiedad de la familia del expresidente Ricardo Martinelli.
Explican, en un comunicado, que esto no solo afecta a esta empresa sino también a sus aproximadamente 7,000 empleados, proveedores, agricultores, entre otros, en momentos en que se registra un alto desempleo en el país, bajas ventas, y un pronóstico nada halagador de crecimiento económico en este 2024.
Detallan que IRISA, es miembro de su asociación, y pertenece al sector comercial minorista de alimentos y productos de consumo masivo que tiene una participación importante en el desarrollo del sector comercial.
“Es importante destacar el vital papel de las cadenas de supermercados, entre ellas IRISA, en la primera línea de atención a las necesidades básicas de la ciudadanía en la crisis producto de la pandemia del COVID 19”, señaló ACOVIPA.
También resaltó el apoyo que dieron todas las cadenas de supermercados al Vale Digital, lo cual permitió al ciudadano realizar una o varias compras.
“Manifestamos que esta acción representa una clara violación a la seguridad jurídica y el derecho de las empresas y crea un funesto precedente que ahuyenta las inversiones extranjeras y también desmotiva a los inversionistas nacionales”, añadió.
El pasado 2 de abril, se conoció que la Dirección General de Ingresos, ordenó un secuestro de cuentas bancarias, plazos fijos, valores, bienes muebles e inmuebles por una concurrencia de hasta $21.1 millones.