Científicos estudiarán comportamiento de los animales y cohetes de sondeo analizarán cambios en la atmósfera
Con cohetes, aviones, globos, grabaciones de sonido u observaciones de comportamientos, el eclipse total de Sol que se podrá ver en América del Norte este lunes será seguido con un nivel de detalle sin precedentes, informó la cadena BBC News Mundo.
Si bien cada 18 meses se produce un eclipse total de Sol en algún lugar de la Tierra, el de este año es particularmente especial debido a la gran extensión de territorio poblado que atravesará, lo que permitirá que unas 31 millones de personas puedan contemplarlo.
Desde la ciudad mexicana de Mazatlán, en la costa del Pacífico, hasta la costa oriental canadiense de Terranova, la Luna bloqueará perfectamente al Sol y proyectará su sombra sobre el suelo, convirtiendo el día en casi una noche.
Este fenómeno que produce tanta fascinación entre las personas también es una valiosa fuente de información para los científicos, que están preparando numerosos experimentos para observar un eclipse único en sus características ya que doblará en tiempo y tendrá una trayectoria mucho más amplia que el que ocurrió en el 2017.
Adam Hartstone-Rose, de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, lidera un proyecto para estudiar cómo reacciona la fauna ante el eclipse.
Ya en el 2017 envió equipos de investigadores a distintos zoológicos situados en la trayectoria del eclipse total y pudo comprobar diferentes tipos de comportamiento.
Un grupo de gorilas, por ejemplo, se dirigió a cenar porque creyó que se había hecho de noche, las jirafas empezaron a galopar y un grupo de tortugas de las Galápagos se volvieron más activas hasta que “justo en el punto álgido de la totalidad, empezaron a aparearse”.
Otro estudio que se enfocará en el comportamiento de animales es el que lidera Trae Winter en el Laboratorio de Investigación Avanzada en Inclusión y Accesibilidad al Vapor de Massachusetts.
Bajo su responsabilidad estará el Eclipse Soundscapes project de la NASA, que utilizará pequeños dispositivos del tamaño de un teléfono equipados con micrófonos, llamados AudioMoths, para escuchar los sonidos de los animales cercanos.
No todos los que estudian el eclipse podrán presenciarlo. Cuando la Luna cruce el Sol, Aroh Barjatya, de la Embry Riddle Aeronautical University de Florida, estará a cientos de kilómetros de los lugares donde se apreciará en su totalidad, en las instalaciones del Wallops Flight de la NASA, en Virgina.
Allí estará a cargo de un experimento único que consiste en lanzar tres cohetes de sondeo a una altitud de 420 kilómetros antes, durante y después del eclipse para observar los posibles cambios en la atmósfera, y más específicamente en la ionosfera.
Las fluctuaciones de la ionosfera fuera de un eclipse pueden afectar a las comunicaciones por satélite, por lo que un eclipse ofrece una rara oportunidad de estudiar estos cambios con mayor detalle.
No es de extrañar que en una época de teléfonos inteligentes y dispositivos digitales el eclipse del 2024 se convierta en uno de los acontecimientos más fotografiados de la historia.
Y para aprovechar ese esfuerzo es que Laura Peticolas, de la Universidad Estatal de Sonoma (California), le está pidiendo a todos los que quieran participar en su proyecto Eclipse Megamovie, que pretende reunir cientos de imágenes en una sola película sobre la totalidad de este fenómeno natural.
La esperanza es contar con más imágenes para conseguir un producto mucho más pulido que pueda revelar características de la corona solar, como las eyecciones de plasma caliente en forma de chorro que se disparen alrededor de la Luna, y ver su evolución a medida que diferentes personas tomen imágenes a lo largo de la trayectoria.
Espero que unos 500 voluntarios suban sus imágenes”, dijo Peticolas.
La NASA, dispondrá de dos de sus aviones WB-57. Volando a 15 km de altura, los aviones seguirán la trayectoria de la totalidad frente a la costa de México, experimentando unos siete minutos de oscuridad, e irán equipados con instrumentos para estudiar el Sol.
Al frente de uno de los experimentos está Amir Caspi, del Southwest Research Institute de Colorado, que utilizará una cámara de rayos infrarrojos a bordo de uno de los aviones para estudiar la corona solar.
Uno de los principales misterios de la corona es que alcanza millones de grados de temperatura, en comparación con los 5,000 grados de calor de la superficie del Sol, por razones que no pueden explicarse del todo.
Caspi cree que puede haber una relación entre las eyecciones de plasma del Sol, llamadas prominencias, y la corona misma. Estas prominencias son de hasta 30,000 grados de calor, mucho más frías que la corona, pero pueden emitir con la misma intensidad en el infrarrojo.
Si los cohetes y los aviones no son suficientes, Angela Des Jardins, de la Universidad Estatal de Montana, dirigirá 53 equipos de estudiantes de todo Estados Unidos que enviarán unos 600 globos a la atmósfera como parte del Proyecto Nacional de Globos para el Eclipse.
Los globos, que alcanzarán los 35 kilómetros de altura, utilizarán instrumentos para observar cómo reaccionan la atmósfera y el clima de la Tierra a las condiciones cambiantes del eclipse.
Algunos de los instrumentos estudiarán las ondas gravitacionales, mientras que otros medirán la humedad, la dirección y la velocidad del viento para controlar cualquier cambio provocado por el eclipse.
“Tener 600 globos volando y midiendo la atmósfera es una fuente de datos maravillosamente rica”, dice Des Jardins. Algunos globos también incorporarán cámaras a bordo para transmitir el eclipse en directo.