Empresas de automóviles eléctricos como BYD, JAC o SEV anunciaron inversiones millonarias para abrir fábricas en México
China y Estados Unidos, las dos economías más potentes a nivel mundial, son los países que más exportan e importan, pero desde hace unos años, Estados Unidos impuso unos aranceles a las importaciones de China, algo que ha beneficiado a México al convertirse en el país que, actualmente, más exporta a Estados Unidos.
¿La solución que ha encontrado China? Seguir vendiendo en Estados Unidos, pero a través de México.
La historia turbulenta entre China y Estados Unidos viene de lejos. Con el establecimiento de la República Popular China en 1949, ambos países rompieron los lazos y se congelaron los tratos comerciales.
Sin embargo, a partir de 1979, los dos gobiernos empezaron a entenderse de nuevo y en el 2000 se normalizaron las relaciones comerciales. Eso provocó que China aumentara sus exportaciones rápidamente y pasara de $5,000 millones a $231,000 millones en poco tiempo, desbancando a México como el segundo socio comercial de Estados Unidos.
En el 2022 el valor de las exportaciones chinas a EEUU fue de $500,000 millones.
En el 2018 las cosas empezaron a torcerse otra vez. Comenzaron los aranceles a las importaciones de acero y aluminio, pero también a productos electrónicos, textiles, inversiones tecnológicas chinas en suelo estadounidense y el caso Huawei que condenó a la empresa china al ostracismo durante años hasta su reciente recuperación.
Desde entonces, la tensión ha aumentado, con empresas como Nvidia muy perjudicada y avisando de que la escalada en el control de exportaciones no beneficiaría a ninguna de las partes.
Con la actual situación comercial, México ha recuperado lo que perdió con China hace 22 años: Superar a China en el valor de sus exportaciones a Estados Unidos.
Por los $427,200 millones de China, México consiguió $475,600 millones.
China, viendo que se le complicaba exportar a Estados Unidos, ha ido buscando salidas. En el 2022, el comercio entre ambos países alcanzó los $116,000 millones y, como publica la firma de analistas Xeneta, el crecimiento anual del transporte de contenedores entre ambos países se ha disparado.
Si en el 2002 fue de solo el 3,5%, en el 2023 consiguió el 34,8%. En enero de este año, Xeneta asegura que esa demanda de contenedores aumentó hasta el 60%.
De hecho, afirman que en los últimos datos pertenecientes a enero del 2024, se ha producido “un aumento masivo” y comentan que “probablemente sea el comercio que mayor crecimiento tiene en el planeta en estos momentos”.
Además, apuntan que, aunque es una hipótesis, “una proporción considerable de los bienes que llegan a México por vía marítima serán transportados a Estados Unidos en camiones. Esto genera la sospecha de que el aumento en el comercio que estamos presenciando se debe a que China intenta eludir de este modo los aranceles estadunidenses”.
Que China está usando a México como medio para llegar a Estados Unidos es solo una hipótesis, pero para los analistas la cosa está bastante clara.
El año pasado, México inauguró un aeropuerto exclusivamente comercial y el analista Peter Sand comenta que duda que “esté sucediendo exclusivamente por el aumento de la demanda en México”, apuntando que “lo más probable es que sea una puerta trasera a Estados Unidos”.
“Si esta tasa de crecimiento continúa, para el 2031 se importarán más contenedores de China a México que a la costa oeste de Estados Unidos”, afirma Sand.
Aparte de todo esto, también se están realizando algunas operaciones chinas en México que indican ese idilio actual entre los dos países.
Empresas de automóviles eléctricos como JAC o SEV ya han anunciado inversiones millonarias para abrir fábricas en México. BYD también tiene clarísimo que, para entrar en el mercado estadunidense sin pagar aranceles, necesitan dar el salto a México.