Lo vinculan en una novelesca operación en la que participaron la oposición y el gobierno de Estados Unidos para supuestamente derrocar la dictadura venezolana
Imponer una sentencia de 30 años de cárcel al exministro de Petróleo Tareck El Aissami, imputado por el caso de corrupción PDVSA-CRIPTO, es lo que le ha pedido el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez a la Justicia del país, al considerar al exfuncionario como un “traidor a la patria”, un “ladrón” y un “corrupto”, informó la agencia Europa Press.
“Si uno de los nuestros incurriera en actos de corrupción, es doloroso, pero si se convierte en un traidor, de manera automática deja de ser uno de los nuestros, es simplemente un traidor, un canalla, un corrupto. Son unos traidores que se dedicaron en uno de los peores momentos, de los más complejos y difíciles, a dañar”, ha declarado Rodríguez ante los miembros de la cámara, según el diario venezolano El Universal.
Las declaraciones de Rodríguez se dieron durante una sesión extraordinaria en la que los congresistas han respaldado la campaña anticorrupción llevada a cabo por las autoridades por el caso PDVSA-CRIPTO, la trama de corrupción de la petrolera estatal Pdvsa, y en la que ya hay al menos 66 personas detenidas.
El lunes, el fiscal general, Tarek William Saab, vinculó a los involucrados en este caso con “con sectores radicales de la oposición en el desarrollo de planes de conspiración económica y política en contra del Estado venezolano”.
Desde la sede del Ministerio Público en Caracas, Saab señaló al expresidente de la petrolera estatal Pdvsa Tareck El Aissami y su operador financiero, Samark López, de aliarse con los opositores Leopoldo López, Julio Borges, Carlos Vecchio -todos en el exilio- y Carlos Ocariz, además del embajador de Estados Unidos para asuntos de Venezuela hasta mayo del 2023, James Story, en una “conspiración política” que planeaba “disolver el Estado por cualquier vía antidemocrática” mediante el impulso de “un malestar social impredecible”.