“Me comprometo a un gobierno de unidad, un gobierno pro empresa privada, pero sin olvidar a los más necesitados”, anticipa
“¡Misión cumplida, carajo, misión cumplida Ricardo (Martinelli)!”, afirmó el presidente electo, José Raúl Mulino, al celebrar ante sus seguidores su triunfo en los comicios celebrados este domingo, informó el diario español La Razón.
“No me animan confrontaciones de ningún tipo”, dijo Mulino al asegurar que buscará el consenso político y que impulsará “un gobierno pro empresa privada”, pero sin olvidar a los más necesitados. Mulino en su discurso se declaró “conciliador”, que no es “títere de nadie”, que nadie lo puso “a dedo” y que llegará al puesto sin “una gota de venganza contra nadie”. “Yo no estoy aquí porque me puso alguien, ni por el dedo de alguien, me puso el voto popular”, advirtió.
Fue enérgico en su discurso al referirse que en su gobierno “se acabó la persecución política, se acabó la manipulación del Ministerio Público, se acabó la manipulación de jueces y magistrados. A partir del 1 de julio se recobrarán las llaves de los candados que han tenido presos, dañando reputaciones sin vergüenza”.
“Un abrazo Ricardo (Martinelli) hasta allá donde estás. Como dije se acabó la persecución política en este país, el país está harto de las peleas politiqueras que no nos han conducido a nada bueno, no me considero enemigo de nadie, y espero que nadie me considere su enemigo”, subrayó.
Martinelli, asilado en la Embajada de Nicaragua, es el líder del partido Realizando Metas (RM) que acudía a estas elecciones como candidato presidencial con Mulino como vicepresidente, pero que fue inhabilitado, cediendo el puesto a su sustituto.
Esa candidatura, sin embargo, no fue ratificada por la Corte Suprema de Justicia hasta el pasado viernes, dos días antes de las elecciones, tras una demanda de inconstitucionalidad al no haberse presentado Mulino a primarias ni contar con un vicepresidente.
El nuevo gobierno deberá afrontar retos económicos y de gobernabilidad que requerirán de una “unidad” nacional para superarlos, como admitió el propio presidente electo.
“Me comprometo a un gobierno de unidad, un gobierno pro empresa privada”, pero sin olvidar a los más necesitados, dijo Mulino, de 64 años, tras recibir la llamada del Tribunal Electoral (TE) para ser notificado de su victoria en las urnas, al obtener más del 34% de los votos con un escrutinio superior al 90%, que lo convierten en virtual presidente electo de Panamá.
“No me animan confrontaciones de ningún tipo”, afirmó Mulino en su discurso de victoria, precisando que ya se comunicó con Rómulo Roux, candidato presidencial del partido Cambio Democrático (CD) que quedó cuarto y un ex correligionario suyo.
Falta saber cómo quedará la composición de la Asamblea Nacional, hasta ahora dominada por el gobernante Partido Revolucionario Democrático (PRD), que este domingo sufrió con su candidato a presidente la peor derrota de su historia al obtener menos del 6 % de los votos, y en la que intentan avanzar las fuerzas independientes agrupadas en una nobel plataforma “Vamos”.
El nuevo Gobierno encuentra a un Panamá inmerso en una crisis económica expresada en la caída del ritmo de crecimiento del producto interno bruto (PIB), que se espera sea de alrededor del 2,5 % este año frente al 7,3 % de 2023.
Este frenazo se atribuye a las consecuencias de la pandemia y su manejo, con una economía y empleo que no termina de recuperarse tras la caída del 17,9 % del PIB en el 2020, y a la crisis hídrica en el canal interoceánico que hará mermar los ingresos de la vía y sus aportes al Estado.
“Tengan confianza en que las soluciones comenzarán muy pronto” mediante “gestiones que haré con empresas privadas nacionales e internacionales para mover el dínamo de la economía”, dijo Mulino en su discurso de victoria. Aseveró que su administración trabajará para “pagar, para reestructurar” la deuda pública, “pero siempre dejando el nombre de Panamá en alto”.