Cinco personas murieron y otras 200 fueron detenidas en el marco de disturbios en ese territorio francés
Las autoridades de Francia han anunciado este jueves un nuevo despliegue de mil efectivos de las fuerzas de seguridad para reducir la tensión en Nueva Caledonia después de que cinco personas hayan muerto y otras 200 hayan sido detenidas en el marco de los disturbios registrados en el territorio francés a medida que París aboga por ampliar el censo electoral para permitir votar a ciudadanos franceses, informó la agencia Europa Press.
El primer ministro francés, Gabriel Attal, ha confirmado que la decisión ha sido tomada siguiendo una petición del presidente, Emmanuel Macron, y debido a que la situación “sigue siendo muy tensa” sobre el territorio debido a los saqueos, incendios, ataques y disturbios. En este sentido, ha afirmado que estos mil efectivos adicionales se sumarán a los 1,700 que ya se encuentran en la zona.
Estas revueltas, según ha explicado Attal, son “por supuesto, indeseables e impronunciables”, tal y como ha puntualizado durante una rueda de prensa. Por ello, ha explicado, está previsto que se emitan nuevas directrices durante las próximas horas para “sancionar a los saqueadores”.
El primer ministro, que ha insistido en la importancia del diálogo, ha lamentado la muerte de una quinta persona en el marco de los disturbios; un agente de Policía que ha fallecido tras recibir un disparo accidental a manos de un compañero. En total, son dos los policías muertos y tres los civiles desde que comenzaron las protestas.
Fuentes cercanas al asunto han confirmado en declaraciones al diario ‘Le Figaro’ que la muerte del gendarme “no se produjo por fuego enemigo” sino que fue provocada por uno de sus compañeros de forma accidental. El ministro del Interior, Gérald Darmaning, ha expresado sus condolencias y ha trasladado su apoyo a la familia, allegados y compañeros del agente.
Por otra parte, la reunión entre Macron y las autoridades locales de Nueva Caledonia, prevista para esta jornada, ha tenido que ser cancelada dado que los líderes en cuestión “no quieren hablar unos con otros”, según han explicado desde el Elíseo.
Los incidentes registrados en Nueva Caledonia han levantado la polémica también con Azerbaiyán, que ha denunciado acusaciones “sin fundamento” en su contra por parte de París, que afirma que Bakú ha tratado de interferir en detrimento de las autoridades francesas.
Para Azerbaiyán, sin embargo, estas declaraciones suponen un “insulto” y ha negado “cualquier vínculo con los líderes de la lucha en Nueva Caledonia a favor de la libertad”.
Así, ha acusado a Francia de llevar a cabo una “campaña de calumnias” y ha rechazado contundentemente las palabras vertidas por Darmanin al respecto.
Previamente, el ministro francés había indicado en declaraciones a la televisión pública francesa que Azerbaiyán está relacionado con los independentistas, a los que estaría apoyando.