Para normalizar relaciones, Arabia Saudita exige la solución de dos Estados, Israel y Palestina
El líder centrista Benny Gantz lanzó un ultimátum al jefe del régimen israelí Benjamin Netanyahu.
Para seguir en la coalición y ser miembro del restringido gabinete de guerra, Gantz le pidió elegir “entre el sionismo y el cinismo”, anteponer el interés nacional al político, y elaborar y aprobar un plan de acción antes del 8 de junio que conduzca al cumplimiento de “seis objetivos estratégicos de importancia nacional”, informó el diario español El Mundo.
Y los enumeró: Devolver nuestros secuestrados a casa, desmantelar a la milicias de resistencia de Hamás, el desarme de la Franja de Gaza y asegurar control de seguridad israelí, crear una administración civil estadunidense-europea-árabe-
El plan de Gantz también contempla “la promoción de la normalización de las relaciones diplomáticas con Arabia Saudí como parte de un movimiento más amplio que creará una alianza con el mundo árabe”.
Ese último objetivo es promovido por la administración Biden como salida de la devastadora guerra en la Franja de Gaza.
Eso es imposible, porque Arabia Saudita exige para dar ese paso, el compromiso de avanzar hacia la solución de dos Estados, Israel y Palestina. Algo a lo que Netanyahu se opone firmemente.
Si lo hiciera, los dos partidos ultranacionalistas, fundamentales para mantenerse en el poder, abandonarían la coalición precipitando así el adelanto electoral.
Algo que han vuelto a exigir miles de israelíes este sábado por la noche en Tel Aviv y que Netanyahu intenta evitar por todos los medios afirmando que el país está aún en guerra y que tiene mayoría estable (64 de 120 diputados) incluso sin los escaños de Gantz.
“Las condiciones que expone Gantz tienen como real significado el fin de la guerra y la derrota de Israel”, gesticuló Netanyahu rechazando el ultimátum, mientras la derecha ultranacionalista pide que destituya a Gantz.
“Primer ministro Netanyahu –le respondió Gantz-, te miro a los ojos esta noche y te digo: la elección está en tus manos. El Netanyahu de hace una década habría hecho lo correcto. ¿Eres capaz de hacer lo correcto y patriótico hoy también? El pueblo de Israel te está observando. Debes elegir entre sionismo y cinismo, entre unidad y división, entre responsabilidad y anarquía, y entre victoria y desastre”.