Los países que han sacado mayor provecho del acuerdo comercial son Costa Rica y República Dominicana
Centroamérica y Estados Unidos celebraron el 28 de mayo de 2004 la firma de un histórico acuerdo de libre comercio que se ha traducido en un salto en las exportaciones de algunos países del istmo, informó la agencia EFE.
Pero el acuerdo comercial también ha producido un déficit de la balanza comercial, algo que expertos atribuyen tanto a la naturaleza del convenio como a la incapacidad de los firmantes de aprovecharlo.
El Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y Estados Unidos (CAFTA), firmado en la Organización de Estados Americanos (OEA), fue negociado entre enero del 2003 y enero del 2004 y se incorporó a la República Dominicana en julio de ese mismo año, adoptando entonces la sigla DR-CAFTA.
Panamá, aunque está en Centroamérica, no se adhirió al acuerdo regional y negoció de forma bilateral un tratado de promoción comercial (TPC) -que está vigente desde el 2012- con Estados Unidos, que desde antes de la entrada en vigor de los acuerdos era ya el primer socio comercial de las naciones centroamericanas.
En el caso de Nicaragua, las exportaciones hacia el mercado estadunidense se han casi cuadruplicado tras entrar en vigor el acuerdo regional.
En Costa Rica, los datos de la Promotora de Comercio Exterior indican que en el 2007 el intercambio comercial con Estados Unidos era de $6,870 millones y en 2023 se alcanzó la cifra récord de $21,933 millones.
Al tiempo que la inversión estadunidense pasó de $802 millones al récord de $2,617 millones en el mismo lapso, según datos del Banco Central costarricense.
Al mismo tiempo, países como Honduras han mantenido un elevado déficit comercial con Estados Unidos tras la entrada en vigor del tratado de libre comercio.
Para el 2023, las exportaciones hondureñas a ese país sumaron $2.1 millones de mientras que las importaciones alcanzaron los $5 millones, según cifras del Banco Central.
En este contexto, el economista hondureño Mario Palma dijo a EFE que Honduras tiene que “consolidar” la relación con Estados Unidos para sacar mayor provecho al tratado comercial, explotando, por ejemplo, su “posición geográfica bastante privilegiada”, pues “nada mejor que estar cerca del mercado más grande” del mundo.
A juicio del economista hondureño Mario Palma, al cumplirse 20 años de su firma, el acuerdo regional “debería de evaluarse” también haciendo “un mea culpa” y revisando qué no se hizo “para sacar el mejor provecho” del mismo, como sí lo han hecho Costa Rica y República Dominicana, los países que “más provecho” han sacado del TLC con Estados Unidos.
En República Dominicana, analistas hablan de los beneficios del tratado regional pero también sobre cómo puede afectar la desgravación arancelaria prevista para el 2025 a la producción nacional de arroz, un sector fundamental para la economía del país y que emplea, de forma directa o indirecta, a más de 300,000 personas.
En Guatemala, las exportaciones hacia Estados Unidos han crecido a un promedio anual del 2,1% entre 2006 y 2021, pero las importaciones de productos estadounidenses lo hicieron en un total del 216% en ese plazo.
Algo similar ocurrió en El Salvador, donde, según la Fusades, mediante el tratado con EE.UU., el país logró un cambio estratégico de modelo exportador basado en el servicio de maquila a una integración vertical de la industria textil de algodón.
Lo anterior, a través de la implementación del modelo “paquete completo”, generando rentabilidad y capacidad competitiva en toda la cadena de valor, lo cual permitía reducir la desventaja frente a China y Asia.