El sorprendente Borussia Dortmund sale al paso de la mística copera del Real Madrid, en la definición de la última Champions con el actual formato
El mejor escenario, para el desenlace del mejor torneo de clubes del mundo. Para el futbolero se trata de un día especial: Se juega la final de la Champions League, la última bajo el actual formato. Y en Wembley, la catedral. El icónico trofeo, la Orejona, tendrá un nuevo dueño. El Manchester City cede la corona, que tiene dos destinos posibles: Alemania o España, informó el diario chileno La Tercera.
El Borussia Dortmund es la sorpresa, el equipo que no estaba en las previsiones de la mayoría y que se metió en una definición grande después de 11 años, cuando estaba Jürgen Klopp al mando. Vuelve a Londres, tras la caída en la final del 2013 ante el Bayern Múnich.
El Real Madrid es la mística copera, es la costumbre, es llevar el cartel de favorito intrínsecamente en la frente cuando sale a jugar la Liga de Campeones. Puede no ser brillante, pero es muy efectivo. El más ganador de la Copa de Europa quiere una más. La decimoquinta. A priori, se trata de un enfrentamiento desigual con la balanza cargada hacia la tienda merengue.
Eso se percibe de inmediato al mirar el palmarés. La Casa Blanca ha obtenido en 14 ocasiones esta competición, ganando sus últimas ocho finales de manera consecutiva: 1998, 2000, 2002, 2014, 2016, 2017, 2018 y 2022.
Por su parte, el Dortmund ha ganado solo una vez la Liga de Campeones. Fue en 1997, cuando superó 3-1 a la Juventus, en el Estadio Olímpico de Múnich. También hay diferencias desde lo económico. Con una cifra de $1,125 millones, el valor de la plantilla del Madrid es más del doble que la del BVB, $500 millones, según los datos de Transfermarkt.
La fuerza colectiva es lo que distingue a un Borussia Dortmund que logró sobresalir en lo continental pese a una campaña discreta en la Bundesliga, en la que terminó en el quinto lugar. Sin tener una gran figura, la estrategia conjunta de Edin Terzic es la predominante. Por algo, el equipo destaca en los ítems estadísticos defensivos a lo largo del torneo, como sus seis vallas invictas.
“Si somos valientes y no venimos aquí para ver al Madrid ganar su próximo título, entonces tendremos una oportunidad”, afirmó Terzic, entrenador e hincha del club. “No se juega una final, se gana una final y ese es nuestro objetivo”, apuntó. Mientras tanto, los madridistas no solo exhiben el peso de la camiseta y su escudo. También cuentan con valores individuales desequilibrantes, como Vinícius, Rodrygo y Bellingham, más Toni Kroos, quien se despide del club.
“No estamos obsesionados con este trofeo. Es nuestra misión: estamos obsesionados con competir. Obviamente, ganar la Champions es muy importante, pero creo que podemos argumentar que nuestra temporada ya es un éxito hasta ahora”, dijo Carlo Ancelotti, quien busca su quinta Copa de Europa.
“Mi idea es ser muy claro en cuanto a la táctica. Cuanto más claros estén los jugadores, más contentos estarán y mejor rendirán. Habrá emociones, pero la emoción puede traer miedo y puede bloquear la confianza necesaria para salir a ganar. La calidad es lo primero, y mis jugadores son fantásticos. Pero lo otro es la actitud colectiva: Trabajar y sacrificarse los unos por los otros. Son las claves: Talento y sacrificio”, complementó el italiano, quien confirmó a Thibaut Courtois como titular.