Grupos ambientalistas pretenden satanizar el proyecto que beneficiará a las comunidades de Portobelo y la Costa Arriba de Colón
“Es importante aclarar que no se están afectando miles de hectáreas como se ha dicho y que tampoco se están afectando bosques primarios”, afirmó Rafael Sabonge, ministro de Obras Públicas, al referirse a grupos ambientalistas que pretenden satanizar el proyecto carretero a María Chiquita conocido como el Corredor del Caribe.
“También es importante decir –añadió- que el alineamiento fue aprobado por la Autoridad del Canal de Panamá, que es la institución que vela por el cuido de la cuenca hidrográfica del Canal. También es importante decir que ese alineamiento no está dentro del Parque Nacional Chagres”.
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Recientemente, la fundación Adopta Bosque hizo una serie de declaraciones con inexactitudes sobre el proyecto, que ha sido esperado por 30 años por los pobladores de las comunidades de Portobelo y la Costa Arriba de Colón.
“Es importante decir que los trabajos que se están ejecutando, se están ejecutando de acuerdo a un Estudio de Impacto Ambiental aprobado categoría dos, que establece cuáles son los impactos que tiene el proyecto y las medidas de mitigación que debe llevar a cabo el contratista asignado”, afirmó el titular del MOP.
Resaltó, al mismo tiempo que el Corredor del Caribe, que parte de Quebrada Ancha hasta María Chiquita, “es uno de los proyectos que, definitivamente, está destinado a desarrollar turísticamente un área que tiene mucho potencial en nuestro país para desarrollarse y generar inversiones para mejorar la economía local”.
El proyecto, que ejecuta el consorcio Transeq-Estrella por $91 millones y con un 24,5% de avance, beneficiará en forma directa a unos 55,000 residentes de las comunidades por las donde cruza la carretera.
Se trata de pequeñas comunidades de pescadores y campesinos como María Chiquita, Playa la Angosta, Portobelo, Puerto Lindo, Cacique e Isla Grande, en el distrito de Portobelo.
Además, dará un nuevo auge a Nombre de Dios, Palenque, Viento Frío, Miramar, Cuango y Playa Chiquita, en el distrito de Santa Isabel, en la Costa Arriba de Colón. Todas esas comunidades viven del turismo.