En la actualidad produce la misma cantidad de azúcar que Cuba que a mediados del siglo XIX
Una inflación descontrolada, escasez de bienes básicos y el embargo de décadas impuesto por Estados Unidos han generado un panorama económico funesto por todas los ámbitos en Cuba. Pero las cosas están particularmente desoladoras en el mercado azucarero, informó la cadena británica BBC News Mundo.
“No hay suficientes camiones y la escasez de combustible significa que algunas veces pasan varios días antes de que podamos trabajar”, dice Miguel, aguardando bajo una pequeña zona de sombra a que los camiones de la era soviética lleguen.
Las horas de cosecha perdidas mientras hombres y maquinaria esperan inmóviles han golpeado agudamente los niveles de producción.
La temporada pasada, la producción de Cuba cayó a solo 350,000 toneladas de azúcar cruda, una baja histórica para el país, y muy inferior a las 1.3 millones de toneladas registradas en el 2019.
Definitivamente así es: Cuba ahora importa azúcar para satisfacer la demanda interna, algo que antes era impensable y está muy lejos de los años de gloria cuando el azúcar cubano era la envidia del Caribe y se exportaba a todo el mundo.
Dentro de la Ciudad de Caracas, un ingenio azucarero del siglo XIX cerca de Cienfuegos, el aire está cargado con un olor abrumador a melaza.
Es un desastre. Hoy en día la industria azucarera en Cuba casi no existe”, dice Juan Triana del Centro de Estudios de la Economía Cubana en La Habana.
La caída del azúcar tiene serias implicaciones para otras partes de la economía cubana, argumenta, incluso para sus ingresos por exportaciones de ron.
Estamos produciendo la misma cantidad de azúcar que Cuba producía a mediados del siglo XIX”, señala Triana.
Años de mala gestión crónica y falta de inversión también han arruinado la otrora próspera industria. Hoy en día, el azúcar recibe menos del 3% de la inversión estatal, ya que el régimen cubano respalda al turismo como su principal motor económico.
La desaparición del azúcar es solo una parte de la tambaleante economía cubana.
El 1 de marzo, en medio de una inflación creciente, el régimen impuso un aumento de cinco veces al precio del combustible subsidiado en las gasolineras.
Fue una decisión difícil pero tardía, dijeron los funcionarios, argumentando que el régimen ya no podía permitirse subsidios tan altos al combustible.
Tras el aumento de los precios del petróleo, muchos cubanos tienen dificultades para pagar el combustible
Invariablemente, cuando se habla de la industria azucarera en Cuba, alguien cita el famoso estribillo de la isla: “Sin azúcar no hay país”.