El Servicio Secreto y la campaña de Trump fueron informados de la amenaza antes del mitin del sábado
Las agencias de inteligencia de Estados Unidos obtuvieron información en las últimas semanas sobre un complot de Irán para intentar asesinar al expresidente Donald Trump, contaron fuentes a la agencia EFE.
Sin embargo, dicen que no existen vínculos entre ese plan iraní y el intento de Thomas Matthew Crooks de asesinar al expresidente y actual candidato por el Partido Republicano, el pasado sábado en Pensilvania.
Según declaró a EFE un alto funcionario de seguridad nacional, al detectar la amenaza, la Casa Blanca alertó del peligro, tanto a la campaña de Trump como al Servicio Secreto, que tomó medidas adicionales para proteger al expresidente.
La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson, dijo que Irán lleva años amenazando a funcionarios estadunidenses en venganza por el ataque que Trump ordenó en el 2020 y que acabó con la vida del general Qasem Soleimaní, jefe de la fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní.
Debido a esas amenazas, exaltos cargos de la administración de Trump involucrados en esa operación tienen aún escoltas. Entre ellos figuran el exsecretario de Estado Mike Pompeo y el exasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca John Bolton.
“Como hemos dicho en numerosas ocasiones, llevamos años siguiendo las amenazas iraníes contra exfuncionarios de la administración de Trump. Esas amenazas emanan del deseo de Irán de vengarse por la muerte de Qasem Soleimaní. Consideramos este asunto de seguridad nacional de la más alta prioridad”, dijo Watson.
La portavoz, además, aseguró que no se ha identificado ningún vínculo entre el hombre que disparó contra Trump y otros posibles agentes extranjeros.
Según el FBI, que lidera la investigación, el atacante actuó solo y usó un fusil semiautomático AR-15 que había sido comprado legalmente por su padre.