Exigen desmantelamiento del enclave y el cese de agresiones de la policia de la mina contra la poblacion
Organizaciones evangélicas denunciaron una serie de situaciones que sufren desde hace varios meses comunidades originarias y campesinas que viven en el territorio de Minera Panamá, informó un comunicado.
Aseguran que nueve comunidades de mayoría originarios de la etnia Ngäbe-Buglé, que viven en el área desde hace unos 30 años, vienen sufriendo discriminación, robo de sus herramientas, acoso, presiones, amenazas, golpes, insultos, quema de casas, inclusive muertes de niños y adultos.
Denuncian que estos pobladores viven en el área como si no fueran panameños porque se les impide el libre tránsito, condicionados diariamente a vivir con un permiso para movilizarse. Además, tienen problemas para sembrar y trabajar la tierra, sustento diario de sus familias.
Los grupos evangélicos dicen que hay testimonios orales, visuales y documentales sobre todas estas denuncias, pero -hasta ahora- no ha habido medidas que corrijan estas situaciones.
Afirman que se tiene fuertes sospechas de que las personas que han muerto ha sido por contaminación del agua.
Detallan que el contrato de Minera Panamá fue declarado inconstitucional y se ordenó el cierre de esa mina, pero hasta ahora, pocos pasos se han dado en esa dirección y, más bien, se siguen dando problemas y estos aumentan cada día.
Las organizaciones demandan una investigación exhaustiva y que se tomen las medidas punitivas correspondientes, además piden que se respete el derecho de estos panameños al libre tránsito en el territorio.
Asimismo, reclaman que se inicie, cuanto antes, el desmantelamiento de la mina y se detenga, desde ya, el actuar de la policía minera contra la población residente en este lugar.
También que se inicie un proceso de búsqueda de alternativas económicas, sociales, laborales, ecológicas, para la población del área y del país.