Los investigadores tienen una estela de familiares y allegados nombrados a lo interno de la casa de estudios
Como una burla califican fuentes académicas a lo interno de la propia Universidad Autónoma de Chiriquí (UNACHI) las comisiones creadas por esta casa de estudios que regente Etelvina de Bonagas para investigar irregularidades en el pago de primas y títulos, informó el diario La Prensa.
En una resolución fechada el pasado 20 de agosto, el máximo órgano de gobierno de la UNACHI –el Consejo General Universitario (CGU)– designó dos comisiones: una especial multidisciplinaria para revisar el cálculo que hace la universidad para el pago de la prima de antigüedad a funcionarios administrativos y docentes, y otra para investigar los títulos expedidos a profesores de la UNACHI de universidades extranjeras.
La primera comisión estará integrada por la Vicerrectoría Académica, la Vicerrectoría Administrativa, la Dirección de Planificación, la Dirección de Asesoría Jurídica y la Dirección General de Recursos Humanos. Las fuentes consultadas por La Prensa cuestionan a casi todos los miembros de esta comisión por una razón y que también fue motivo de fuertes críticas emitidas por los diputados chiricanos: tienen familiares nombrados en la UNACHI.
De acuerdo con las fuentes, la esposa del vicerrector académico, Jorge Bonilla, trabaja en la UNACHI; el esposo de la vicerrectora administrativa, Rosa Moreno, también trabaja en esta casa de estudios, así como otro familiar cercano. En la misma situación está la directora de Planificación, Iris Fuentes, cuya pareja también trabaja allí.
En tanto, la situación de la directora de Recursos Humanos, Indira Candanedo, –con cerca de $9,000 de ingresos mensuales– es peor. En la UNACHI están nombrados su esposo, un hijo, una hermana y hasta una cuñada.
Moralmente, indicaron las fuentes, ninguno de ellos tiene la autoridad para hacer esas tareas sin estar libres de parcialidad, ya que forman parte de la administración que trabaja directamente con la cuestionada rectora.
La situación no mejora con el siguiente punto de la resolución aprobada: designar una comisión especial del CGU para “una revisión exhaustiva y detallada de los diplomas y sustento de los títulos expedidos por las universidades Atlantic International University (AIU) y American Andragogy University (AAU), a fin de aplicar los correctivos que sean necesarios en el marco de la excelencia de la educación superior de la institución”.
Dicha comisión está conformada por la Vicerrectoría Académica, la Dirección de Asesoría Jurídica y la Decana de la Facultad de Administración de Empresas y Contabilidad”, detalló el documento oficial.
Esta última persona, Kilmara Castrellón, la nueva decana de la Facultad de Administración de Empresas y Contabilidad, está en la misma situación que sus colegas mencionados en párrafos anteriores.
Además de que fue una persona cerca a de Bonagas durante su primer mandato entre el 2013 y el 2018, tras desempeñarse como su secretaria privada, luego fue ascendida para cobrar un bono de $39,000 por retiro voluntario como administrativa de la UNACHI en el 2020, renuncia que se materializó a finales del 2022, aunque siguió trabajando como administrativa a lo interno de la institución.
Según planteó La Prensa, de Bonagas, Moreno y otros profesores viajaron en el 2017 a una graduación en la AIU en Estados Unidos donde fueron sentados en la mesa de honor. Pero la relación con esta empresa sería más profunda. En el 2022, José Rojas aparecía como representante de la AIU en Panamá y Rojas es cofundador de la Universidad Iberoamericana, el negocio de la familia Bonagas.