La candidata demócrata ensayó un llamado a la unidad para derrotar a Trump en noviembre
Kamala Harris aceptó este jueves la candidatura presidencial del Partido Demócrata ante una convención partidaria extasiada con su nominación y marcó el tono para su contienda con Donald Trump por la Casa Blanca, informó el diario argentino La Nación.
Propuso “dejar atrás la amargura, el cinismo y las batallas” del pasado para trazar “un nuevo camino” en un enérgico discurso que coronó un ascenso político nunca visto en la historia de Estados Unidos.
Harris pisó el escenario y fue recibida por un océano de cárteles azules con su nombre y una ovación ensordecedora que parecía no tener final hasta que ella le puso punto final con su primer llamado a la acción de la noche: “Está bien –dijo, haciendo un gesto con sus manos para que la gente se sentara–, pongamos manos a la obra”.
En un mensaje que se estiró por 40 minutos, Harris enquisto su historia personal en la historia de Estados Unidos –una hija de inmigrantes que puede llegar a lo más alto del poder–, y convocó a los “herederos de la democracia más grande de la historia” a estar a la altura del momento, pelear por los ideales del país y continuar con la tarea de construir una nación más perfecta iniciada por las generaciones anteriores.
La elección, dijo, era la más importante de sus vidas, y una de las más importantes en la vida del país.
“Con estas elecciones, nuestra nación tiene una oportunidad preciosa y fugaz de dejar atrás la amargura, el cinismo y las batallas divisorias del pasado. Una oportunidad de trazar un nuevo camino hacia adelante. No como miembros de un partido o facción, sino como norteamericanos”, afirmó.
El discurso que Harris, el más importante de su carrera política, entrelazó su historia –que incluyó un largo y profundo tributo a su madre, una científica india que se mudó al país para trabajar en la cura del cáncer – con sus primeros pasos como fiscal, su camino hacia la nominación presidencial y su visión para el país.
Harris buscó capitalizar una oportunidad única para copar el espacio estelar del prime time televisivo y llegar a millones de norteamericanos en sus hogares con su mensaje y su visión para el país, y marcar un contraste con Trump cuando faltan apenas 74 días para las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre.
Ante un país profundamente dividido que avanza hacia una campaña de demolición, Harris ensayó un llamado a la unidad para ampliar su coalición de votantes con la promesa de ser un presidente “para todos”.
La nominación de Harris puso punto final a un giro político inédito en la historia política de Estados Unidos que comenzó, hace apenas dos meses, con el debate entre el presidente Joe Biden y Trump.
Tras su desastroso desempeño, Biden perdió la confianza del partido para ser su abanderado, y jamás logró recuperarla. Sin apoyo interno, Biden decidió darf un paso al costado y respaldar a Harris, que rápidamente logró arriar a los demócratas detrás de su candidatura.
Harris se convirtió en la primera mujer afroamericana –su padre es jamaiquino, y su madre, india– en acceder a la candidatura presidencial, sin haber ganado una sola primaria.
De entrada, Harris le agradeció el respaldo a Biden, y reconoció su atípica nominación.
El piso de la arena se pintó de blanco para el discurso de Harris porque miles de mujeres vistieron ese color, un símbolo del movimiento feminista para acceder al derecho al voto que abrió el camino a la participación de las mujeres en la política.
Durante los últimos cuatro días, los demócratas no ocultaron su algarabía por el histórico giro político que provocó la salida de Biden de la carrera presidencial, y ahora miran a los próximos comicios con una dosis renovada de esperanza.
Harris también se enfrentaba al desafío de brindar detalles sobre las políticas que planea implementar si llega a la Casa Blanca, una pata todavía desdibujada de su campaña.
Las últimas encuestas parecen darle la razón al entusiasmo del oficialismo: La popularidad de Harris dio un salto desde que se convirtió en la nueva abanderada de los demócratas.
Gallup le dio un respaldo del 47% entre los norteamericanos en su último sondeo, el nivel más alto desde que juró como vicepresidente en enero del 2021. Y entre los demócratas registró un apoyo casi unánime: Un 93% tiene una opinión favorable.
BUENO..VAMOS A VER QUE PASA EN NOVIEMBRE—MES DE LA PATRIA PANAMEÑA——-SERA UNA GUERRA CIBERNETICA—-OJALA LOS EXTRATERRESTRES NO METAN LA MANO EN ESTE ASUNTO——