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Panamá obligada a limpiar la mesa

Panamá obligada a limpiar la mesa
Mayor Felipe Camargo A., analista de Seguridad y Defensa.

Recientemente un exfiscal de drogas hizo declaraciones que alarmaron a la sociedad, desconociendo los antecedentes que este abogado conoce.

Dos grandes operaciones desarrolladas por años (1984,1985,1986) con el FBI el DEA Operación Cashweb/Expressway.

Esa Operación culminó el esfuerzo coordinado del FBI con el Departamento de Justicia y el Ministerio Público de Panamá desde 1984, para irrumpir en las operaciones de lavado de dinero.

Las autoridades panameñas congelan 29 cuentas en bancos panameños. El éxito de la Operación Piscis, que duró tres años, fue parcialmente producto de la modificación que la Asamblea Nacional, bajo poder militar, hizo a la Ley de Secreto Bancario, el 30 diciembre de 1986.

Esa modificación permitió a las autoridades estadunidenses mirar a través del velo del secreto bancario panameño.

Entre Operación Cashweb/Expressway y Operación Piscis se incautaron más de $60 millones en cuentas bancarias, mayormente panameñas.

En ambas operaciones se encontraron cuentas utilizadas para el lavado de dinero en aproximadamente uno de cada tres bancos establecidos en Panamá.

Eso molestó a algunos sectores de banqueros, grandes y poderosos bufetes de abogados, que en 1990, tras la invasión, impusieron sus fichas en la Corte Suprema de Justicia.

Revisemos la historia postinvasión de los últimos 35 años en Panamá. Todos los gobiernos y todos los partidos políticos, magistrados de la Corte Suprema, magistrados del Tribunal Electoral, los diferentes Procuradores, y Contralores, deben responderle al país.

¿Por qué estamos así en el 2024 ?

Hagamos un corte en 1989. Aquí los gringos impusieron en el poder por la fuerza de las armas a un grupo de personas “puras”, transparentes, políticos y fuerzas económicas, llegaron al poder. Ellos son los responsables de cómo está el país, es únicamente de esas fuerzas políticas, incluyo al PRD, económicas, que se encaramaron en el poder en 1990.

Actualmente, Panamá es un estado cooptado y reconfigurado al servicio de las organizaciones criminales criollas y transnacionales.

La Operación Jericó que aplaudo por el éxito logrado, sacó y expuso cómo estamos de penetrados.

Ahora todo Panamá se espanta de la podredumbre que está saliendo.

En Panamá en 1990 desapareció el poder militar y solo se llevaron a Noriega preso por narcotráfico, no hubo más nadie capturado y menos enjuiciado. Ni aquí ni los Estados Unidos.

Los gringos impusieron a las fuerzas políticas y económicas, que vienen gobernando en democracia. Son ocho gobiernos civiles.

Antes no existía la “narco político “, no existían los sicarios, las fronteras estaban resguardadas, no se conocía la “bomba migratoria”. No había bandas o pandillas controlando los puertos, provincias o San Miguelito. Había una paz social, paz pública, disponíamos de un centro financiero de ejemplo para el mundo. Hoy los “Panamá Papers” le pusieron una cruz a Panamá.

El aumento de la criminalidad, “la narco política”, de la cooptación del Estado nacional, su reconfiguración al servicio de las organizaciones criminales, no es la culpa ni la responsabilidad de la fuerza de Policía, como maliciosamente quieren imponer, una narrativa o matriz de desinformación.

Busquemos las culpas, desde el momento que los gringos instalaron un gobierno compuesto por fuerzas políticas en el poder. Esas mismas fuerzas políticas y económicas son los únicos responsables de cómo estamos en la actualidad.

La línea correcta de acción es priorizar todo el esfuerzo al frente interno, con todo el poder del Estado. Desarticular la narco político como método de control, debe ser hoy el norte para enfrentar la actual situación de inseguridad en Panamá.

Atacar al frente interno como está haciendo este gobierno es la línea correcta. Priorizar el esfuerzo de inteligencia, recursos humanos, la fuerza del Estado de aniquilar las organizaciones criminales criollas, es el deber del gobierno.

Tomar el control real y efectivo de San Miguelito, Colón, los puertos, las fronteras.

Con el éxito de la operación Jericó demuestra la situación que se encuentra el Estado panameño.

Panamá es un Estado cooptado y reconfigurado por las organizaciones criminales criollas y externas.

Pero lo que más no perjudica son las acciones de los maleantes y mafias locales.

El gran peligro en un futuro inmediato por los efectos del agotamiento del sistema actual de fracaso del modelo económico, político y de seguridad, es que se abren vías para que las ideas de izquierda crezcan en el pueblo, hartos de los malos gobiernos.

Con el agravante que no existen las instituciones fuertes como en 1968. Esa es una amenaza a nuestro país. Entre todos estamos obligados a limpiar la mesa.

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