Para la fabricación de bombas atómicas se necesita uranio enriquecido con una pureza de entre el 80 y 90%
Irán mantuvo en los últimos tres meses el ritmo de producción de uranio enriquecido al 60%, cercano al necesario para uso militar, hasta acumular 164,7 kilos de ese material, un 16% más que en mayo, informó este jueves el OIEA, la agencia nuclear de la ONU, según reportó la agencia EFE.
En un informe reservado, enviado en Viena a sus Estados miembros, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) precisa que los técnicos iraníes produjeron entre mediados de mayo y mediados de agosto 22,6 kilos de uranio al 60% y 62,6 kilos de uranio al 20%.
Para ello, Irán diluyó una importante parte de su uranio enriquecido al 2%, un material de uso industrial para combustible atómico, cuyas existencias bajaron casi un 36%, al pasar de 2.571 a 1.651 kilos.
Para la fabricación de bombas atómicas se necesita uranio enriquecido con una pureza de entre el 80 y 90%.
Si bien Irán enriquece actualmente “solo” al 60%, los expertos advierten de que el proceso de perfeccionamiento para llegar del 2 al 60% de pureza es mucho más complejo que alcanzar después el 90% necesario para una bomba.
El organismo estima que las existencias totales de uranio enriquecido de Irán, que según el acuerdo nuclear internacional del 2015 no deberían superar los 300 kilos, totalizaban el pasado 17 de agosto los 5.751,8 kilos, unos 449,5 kilos menos que en mayo.
En noviembre del 2022, Irán disponía de 62 kilos de uranio al 60%, menos de un 40 % del nivel actual.
Mientras, las reservas de uranio con una pureza del 5 % bajaron en 55,4 kilos para situarse ahora en 2.321,5 kilos.
“La continua producción y acumulación de uranio altamente enriquecido por parte de Irán, el único Estado sin armas nucleares que lo hace, aumenta la preocupación del Organismo”, señala el informe.
El acuerdo de 2015, del que Estados Unidos se salió unilateralmente en el 2018 y que Irán comenzó a incumplir un año después, establecía un límite de 300 kilos de uranio enriquecido con una pureza máxima del 3,67%.
En un segundo informe, centrado en la falta de información sobre el origen de trazas radiactivas en dos instalaciones no declaradas como nucleares, el OIEA critica que Irán siga dificultando los controles aplicando un veto -permitido en el Tratado de No Proliferación (TNP)- contra varios inspectores, la mayoría de países europeos.
El director general del OIEA, Rafael Grossi, recuerda una vez más que las actividades de verificación y supervisión de sus inspectores siguen “gravemente afectadas” por el incumplimiento de Irán de sus compromisos nucleares establecidos.