Por meses Kiev ha estado solicitando aprobación para usar armas de largo alcance para atacar objetivos en territorio ruso
El secretario de Estado, Tony Blinken, y su homólogo británico, David Lammy, llegaron a Kiev el miércoles para una serie de reuniones con altos funcionarios del gobierno, incluido el Presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski, informó el diario chileno La Tercera.
Blinken y Lammy llegaron a la principal estación de trenes de Kiev antes de una apretada agenda que llega en un momento crucial de la guerra, en el que Kiev insta a sus aliados a permitirle atacar más profundamente en territorio ruso con armas occidentales.
Blinken viajó desde Londres, donde acusó a Irán de proporcionar a Rusia misiles balísticos de corto alcance Fath-360, calificando la medida de “dramática escalada” de la guerra.
Durante meses, Ucrania ha estado solicitando aprobación para usar armas de largo alcance de Estados Unidos y sus aliados occidentales para atacar objetivos en Rusia, y se espera que presione más fuerte dada la última adquisición de armas por parte de Rusia.
“Si se nos permite destruir objetivos militares o armas preparadas por el enemigo para atacar a Ucrania, sin duda aportará más seguridad a nuestros civiles, a nuestro pueblo y a nuestros niños”, dijo el martes el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, en una conferencia de prensa celebrada en Kiev. “Estamos trabajando para conseguirlo y seguiremos luchando por ello cada día”.
“El uso por parte de Rusia de armas de sus aliados terroristas para atacar a Ucrania es una continuación de su guerra genocida y del terrorismo en nuestro territorio. Debemos ser capaces de responder a ese terrorismo del mismo modo destruyendo objetivos militares en su territorio para garantizar una mayor seguridad para nuestros ciudadanos”, añadió.
Los ataques aéreos rusos, en su mayoría destinados a paralizar la infraestructura energética de Ucrania, se han intensificado en las últimas semanas con ataques nocturnos con misiles y aviones no tripulados.
La visita se conoce también cuando Blinken afirmó que Rusia ha recibido nuevos misiles balísticos de Irán para su uso en Ucrania y es probable que los utilice.
La noticia, confirmada por primera vez por Estados Unidos y considerada de enorme importancia para el equilibrio del campo de batalla antes del difícil invierno que vivirá Ucrania, llevó a Estados Unidos y a Europa a imponer nuevas sanciones a Irán, cerrando así aparentemente la puerta a la perspectiva de un acercamiento entre el nuevo gobierno reformista iraní y Occidente.