Uno de los principales retos sociales y económicos del país es la urgente reestructuración del subsistema de beneficio definido, del IVM
La urgente reestructuración de uno de los componentes del programa de pensiones (Invalidez Vejez y Muerte) de la CSS “es uno de los principales retos sociales y económicos que enfrenta el gobierno panameño” actualmente y que está siendo abordado en las mesas de conversación para salvar a la Caja de Seguro Social (CSS), informó el diario La Estrella.
El programa del IVM está compuesto por dos subsistemas, el exclusivamente de beneficio definido (SEBD) (el antiguo de reparto) y el mixto (el nuevo con cuentas individuales).
“Cómo ha funcionado el Sub Sistema Exclusivamente de Beneficio Definido, no es sostenible, sin una reforma profunda”, advierte el informe de Elemente, titulado “Informalidad Seguridad Social – Pensiones”, elaborado por Domingo Latorraca M., difundido recientemente.
“El problema del SEBD requiere atención y acción inmediata”, sentenció el informe que recoge cifras y datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), el Centro Nacional de Competitividad (CNC), la Junta Técnica Actuarial (JTA) de la CSS, la Organización Internacional de Trabajo (OIT) y múltiples trabajos de otros organismos multilaterales en relación al trabajo, la informalidad, y el estado de los sistemas de pensiones en el mundo.
Las proyecciones de la OIT y del Departamento Actuarial de la CSS, coinciden en que “las reservas del SEBD, y del Fideicomiso a favor del IVM se agotarán entre finales de 2023 e inicios de 2024, si no se hace nada”. Además señala que “la informalidad es un problema en toda América Latina, que agrava la fragilidad del SEBD, pero no es la causa de su inminente quiebra”.
Según el estudio, en agosto de 2022, la JTA estimó déficits anuales de aproximadamente $2,400 millones y $6,000 millones en 2030 y 2050, respectivamente, por lo que recomendó a la CSS solicitar un fideicomiso a favor de IVM por $1,500 millones, necesarios para cubrir el déficit real del SEBD.
Y, advirtió que el déficit operativo para 2020-2030 podría alcanzar los $11,800 millones; solo en 2050, podría alcanzar los $6,000 millones; y el déficit acumulado estimado de los próximos 60 años se estima en $74,000 millones.
“No hacer nada no es una opción. Esperar que el Estado cubra en su totalidad el déficit es irreal. En el largo plazo, el déficit puede alcanzar los $74,000 millones”, alertó.
Los estados financieros de la CSS indican hasta el cierre del 31 de diciembre de 2023, el subsistema de beneficio definido del IVM tenía un déficit de $673.5 millones, $18.9 millones más que 2022.