El ejercito israelí intensifica los bombardeos contra supuestos objetivos de Hezbulá y llama a civiles libaneses a evacuar zonas próximas a posiciones de la milicia
Israel convierte el Líbano en Gaza. Tras arrasar el enclave palestino, el Ejército hebreo despliega su armamento militar y su discurso belicista sobre el país de los cedros. Los bombardeos israelíes de este lunes han matado a al menos 492 personas y 1,645 han resultado heridas, según el Ministerio de Salud del Líbano, informó el diario catalán El Periódico.
“Prometí que cambiaríamos el equilibrio de poder en el norte y eso es exactamente lo que estamos haciendo”, ha dicho el jefe del régimen israelí, Benjamín Netanyahu, tras una jornada de intensos ataques.
Después de la semana más letal para el Líbano en estos 12 meses de enfrentamientos transfronterizos, la situación se ha intensificado esta mañana cuando miles de residentes libaneses alrededor del país han empezado a recibir mensajes en sus teléfonos móviles pidiéndoles que evacuaran. Igual que hizo el Ejército israelí durante los primeros meses de guerra contra la Franja de Gaza, este lunes su portavoz, el contralmirante Daniel Hagari, ha pedido a los civiles libaneses que abandonen lugares próximos a posiciones de Hizbulá mientras acusa al grupo chií de usar infraestructuras civiles para atacarles.
A continuación, los bombardeos indiscriminados, que han empezado en el sur del Líbano y se han extendido hacia la zona nororiental de Baalbek, han constatado una nueva realidad en Oriente Próximo: el campo de batalla de Israel ya se ha extendido más allá de Gaza y más allá del sur del Líbano.
Los mensajes telefónicos de Israel han llegado prácticamente a la vez que las bombas, impidiendo a los residentes de las aldeas atacadas escapar de la muerte.
Entre los 492 muertos, se cuentan 58 mujeres, 35 niños y varios paramédicos. No se ha especificado cuántos miembros de Hezbulá han muerto, pero se prevé que gran número de las víctimas sean simples civiles.
Con víctimas aún desaparecidas bajo los escombros del edificio residencial atacado el viernes en Dahiye, que dejó más de 51 muertos, los suburbios sureños de Beirut han vuelto a ser objetivo de los drones israelíes.
Por ahora, ya es el día más mortífero de los 76 años de historia del conflicto en Israel y el Líbano. Durante la última guerra entre Hezbulá y el Estado hebreo en el 2006, murieron alrededor de un millar de libaneses en 34 días. También perdieron la vida 26 soldados israelíes. Pero esta vez Netanyahu quiere ir por todas.
Después de casi un año de enfrentamientos transfronterizos, que han desplazado a 60,000 israelíes y 100,000 libaneses de las aldeas limítrofes, el primer ministro israelí está dispuesto a llevar a su país a otra guerra con tal de devolver a su ciudadanía a sus hogares y, por encima de todo, preservar su cargo.
Por eso, ha vuelto a sacar los mismos métodos que usó en la Franja de Gaza al principio de la ofensiva militar tras el ataque de Hamás del pasado 7 de octubre.