“España ya ha fijado una posición de empatía también con la sociedad mexicana”, añade
“No solamente inaceptable sino absolutamente inexplicable”. Así se ha pronunciado el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, sobre la decisión de México de excluir a Felipe VI de la lista de invitados de la ceremonia de toma de posesión de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, un paso que ha elevado las tensiones diplomáticas entre los dos países.
Sánchez, que ha comparecido ante los periodistas españoles en Nueva York, no ha querido hablar públicamente de la conversación que mantuvo el lunes con la propia Sheinbaum, defendiendo dejar ese diálogo en un “ámbito de discreción”. Pero ha sido tajante al criticar el desplante y al defender que no se enviará a ningún representante diplomático del gobierno de España “en señal de protesta”.
Sánchez ha dicho también que “es una lástima que se trate de utilizar la figura de nuestro jefe del estado, el rey Felipe VI, en una polémica que desde luego no obedece al sentir de la sociedad española”.
El propósito del gobierno de España es defender nuestras instituciones y protegerlas, y no aceptar, evidentemente, algo inexplicable como es la exclusión de nuestro jefe de Estado de la toma de posesión”, ha reiterado.
Sánchez no ha querido entrar en la discusión central que han planteado los mexicanos sobre una potencial disculpa de España por el pasado colonial.
“España ya ha fijado una posición de empatía también con la sociedad mexicana”, ha asegurado el presidente, que ha expresado también que “son muchas cosas las que nos unen a México y a España, no solamente de pasado sino de futuro”. “El gobierno de España considera a México como un país hermano”, ha destacado también.
Sánchez no ha ocultado su “enorme frustración”, especialmente por el hecho de que esta crisis se esté produciendo “entre gobiernos progresistas”, algo que ha dicho que “dificulta la normalización de relaciones” y el trabajo en una “hoja común en términos políticos”, que refuerce también la conexión en términos de relaciones económicas y empresariales.
Yo creo que detrás de todo esto lo que hay es una enorme tristeza porque dos países hermanos, dos pueblos hermanos, por el interés político determinado de alguno, no podemos tener las mejores relaciones políticas”, ha dicho.