Mulino denunció la “inmensa problemática” que enfrenta Panamá ante la crisis migratoria por su ubicación geográfica
Los desafíos internos de América fueron el eje central en los discursos de los líderes latinoamericanos durante la segunda jornada de la Asamblea General de las Naciones Unidas que, en sus intervenciones, hablaron de la crisis en Venezuela, el masivo flujo migratorio en el paso del Darién, la inestabilidad en Haití, el diferendo por el Esequibo, y denuncias de intentos golpistas, entre otros asuntos, informó la agencia EFE.
Durante esta jornada pasaron por el atril de mármol de la sede de la ONU los presidentes de República Dominicana, Panamá, Honduras, Surinam y Guyana, pero la expectativa estaba centrada en las palabras del ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yvan Gil, quien fue el encargado de hablar en nombre del país caribeño ante la ausencia del dictador Nicolás Maduro.
El canciller venezolano, Iván Gil defendió el triunfo del autócrata chavista -cuestionado por la comunidad internacional- en las elecciones del 28 de julio, cuya reelección fue ratificada por el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela sin que por el momento se hayan conocido las actas de los comicios.
Se ha alimentado desde esta tribuna esa campaña fascista y de desinformación contra nuestro país. El gobierno de Estados Unidos, y sus gobiernos satélites y serviles, se han dedicado a mentir, atacar y amenazar a nuestro pueblo desde este recinto que es símbolo de paz y entendimiento, intentando imponer una falsa narrativa”, sostuvo el canciller.
Al cierre de la sesión también intervino la ministra boliviana de Exteriores, Celinda Sosa, que respaldo a países sancionados con medidas “unilaterales” como Cuba, Venezuela y Nicaragua, y también expresó su “apoyo pleno” a la autodeterminación de Palestina.
En su turno, el presidente panameño, José Raúl Mulino, vinculó la crisis migratoria con la crisis institucional que se vive en la región, específicamente en Venezuela, a la que consideró como la causa directa de que millones de venezolanos hayan abandonado su país.
Mulino también habló sobre la “magnitud” de lo que ocurre con los migrantes irregulares que a diario cruzan la peligrosa selva del Darién, la frontera natural con Colombia, en su camino hacia Estados Unidos, lo cual es una “inmensa problemática” que enfrenta Panamá por su ubicación geográfica.
Y añadió que esta situación genera un “dolor inmenso” por el drama social de lo que significa este camino improvisado por la selva que es recorrido por mujeres, niños y adultos mayores en una “travesía inhumana”.
Ese tránsito de personas, de acuerdo con Mulino, “es liderado por organizaciones criminales, con base en países vecinos, que reciben dinero maldito para lucrarse con la necesidad y la esperanza de miles de seres humanos”.
Por su parte, el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, alertó sobre el “colapso inminente” de Haití si fracasa la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMSS), liderada por Kenia.
Abinader destacó que la inseguridad provocada por las bandas armadas sigue empeorando y advirtió de que solo se han desplegado 400 de los 2,000 agentes necesarios para garantizar la estabilidad. “No podemos permitir que los esfuerzos se desmoronen”, dijo al advertir de que un colapso en Haití tendría repercusiones en toda la región.
Por su parte, el presidente de Guyana, Irfaan Ali, reafirmó su compromiso con una resolución pacífica del conflicto territorial con Venezuela sobre la región del Esequibo. Ali hizo un llamado a la ONU para proteger a los “pequeños Estados” frente a la “agresión externa”, recordando que Guyana ha recurrido al Derecho internacional para defender su soberanía desde su independencia.
En tanto, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, denunció las amenazas que enfrenta su gobierno por parte de “las mismas fuerzas del capital” que derrocaron a su esposo, el expresidente Manuel Zelaya, 15 quince años.
Castro aseguró que dichas amenazas surgen a raíz de las reformas estructurales
En tanto, el presidente de Surinam, Chandrikapersad Santokhi, recalcó “la necesidad urgente de que haya reformas aceleradas y coordinación” en el seno de la arquitectura internacional de financiamiento.
Santokhi, pidió incluir en las operaciones de las instituciones financieras mundiales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) el índice de vulnerabilidad multidimensional.