Las tropas hebreas no descansan por la noche, ahondando en el suplicio del pueblo libanés
Ya es oficial. La tan anunciada invasión terrestre del sur del Líbano ha empezado. Este martes de madrugada el ejército israelí ha comunicado el inicio de “incursiones terrestres limitadas, localizadas y específicas” en la frontera del sur del Líbano, según confirmaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en un comunicado, según informó el diario catalán El Periódico.
“Basadas en información precisa”, las primeras acciones del régimen israelí en suelo libanés desde hace 18 años son “contra objetivos e infraestructuras de Hezbolá en el sur del Líbano”.
Como llevan haciendo desde hace 11 meses en la Franja de Gaza, las tropas hebreas han combinado las operaciones por tierra con los bombardeos aéreos.
Durante la noche, los diversos ataques sobre el sur de Beirut se han escuchado por toda la ciudad. En apenas 20 minutos, el ejército israelí ha lanzado ocho ataques aéreos en los barrios sureños de la capital libanesa, provocando el derrumbamiento de cuatro edificios en Lailaki, Haret Hreik y el histórico campo de refugiados palestino de Burj al Barajneh, adyacente al aeropuerto internacional de Beirut.
Según el ejército israelí el objetivo de los bombardeos eran supuestas plantas de fabricación de armas y otra infraestructura del grupo chií Hezbolá en los suburbios del sur de Beirut.
Las tropas hebreas no descansan por la noche, ahondando en el suplicio del pueblo libanés.
Otro de los objetivos de madrugada ha sido el histórico campo de refugiados palestinos de Ein el Helue, en el sur del Líbano.
En el primer ataque a este gran campamento, donde viven 100,000 palestinos cerca de la ciudad de Sidón, desde el inicio de las hostilidades, Israel buscaba al líder de Al Aqsa, el brazo armado de Fatah, Munir Al-Maqdah, que habría salido ileso del ataque.
En las últimas 24 horas ha habido en todo el Líbano un total de 95 muertos y 172 heridos por los ataques israelíes, de acuerdo a los datos del Ministerio de Salud.
La zona más castigada ha sido el Valle de la Becá, en el este del Líbano, donde hubo 59 muertos y 65 heridos, mientras que en Nabatie, en el sur, hubo 16 muertos y 55 heridos. En Beirut, han muerto al menos una veintena de personas y 52 han resultado heridas.
Estas cifras se suman a las más de 1,700 personas que han muerto y alrededor de un millón han tenido que huir de sus casas en las últimas dos semanas ante la brutal campaña de bombardeos de Israel dirigida principalmente contra el sur y el este del Líbano, pero también contra el extrarradio sur de Beirut.
Después de una semana de bombardeos intensos sobre el Líbano, el ejército israelí ha confirmado que sus soldados se encuentran en territorio libanés, como han hecho en repetidas ocasiones en el pasado, en 1976, en 1982 y en el 2006.
Durante la invasión de 1982 que derivó en una ocupación de 18 años, la presencia de las tropas israelíes en el sur del Líbano propició la creación de un movimiento de guerrilla que buscaba su expulsión.
Se bautizó como el partido de Dios, o Hezbolá en árabe. Desde entonces, ambos bandos se han enfrentado en una guerra de 34 días en el 2006, que terminó con lo más parecido al empate y acabó de consolidar al grupo israelí.
Ahora, la invasión terrestre israelí culmina los 11 meses de enfrentamientos transfronterizos entre los dos actores tras el inicio de la guerra contra Gaza, que ha matado a 61,635 palestinos.
Mientras el partido-milicia intenta reagruparse, ha reivindicado sus primeros ataques desde el inicio de la invasión terrestre contra el sur del Líbano.
A través de varios comunicados, y más allá de los 15 proyectiles lanzados durante la noche, Hezbolá ha anunciado el lanzamiento de un ataque de artillería y otro con una andanada de cohetes contra grupos de soldados israelíes en la localidad de Metula, en las áreas fronterizas del norte de Israel y declarada la víspera como “zona militar cerrada”.
Allí, se concentran fuerzas hebreas de la División 98 de paracaidistas y de la Séptima Brigada acorazada. Tras meses combatiendo en Gaza, los soldados “se trasladaron al norte y están operando en la zona, tras realizar los ajustes necesarios para combatir en Líbano”, ha dicho esta mañana un comunicado castrense.