Recalcó que el mundo conoce y reconoce las actas originales que, señaló, se han mostrado de forma transparente
El líder opositor venezolano Edmundo González se proclamó este viernes presidente electo de su país, como cree que lo avalan las urnas y buena parte de la comunidad internacional, y pidió ayuda a España para que se haga valer su elección y se respete la soberanía popular, informó la agencia EFE.
González hizo la petición después de que el Centro Carter, organización estadounidense observadora electoral en las elecciones presidenciales del 28 de julio, mostrara el miércoles actas de votación “originales” que apuntan a su triunfo electoral.
El opositor intervino en el foro español de debate político La Toja-Vínculo Atlántico, celebrado en la localidad de O Grove con la presencia del líder conservador español Alberto Núñez Feijóo y el presidente regional de Galicia, Alfonso Rueda.
González describió la situación de su país: “De un lado está la democracia y la justicia; del otro, el autoritarismo y el atropello. Pero no hay dos Venezuelas. Hay una sola, la democrática, avalada por millones de votos obtenidos el 28 de julio pasado y que justamente ha demostrado tras esa ejemplar jornada cívica, lo arraigada que está la cultura democrática en el alma del venezolano”.
Camino de los tres meses de los comicios del 28 de julio, recalcó que el mundo conoce y reconoce las actas originales que, señaló, se han mostrado de forma transparente.
Y ante el “alarmante saldo de fallecidos, perseguidos y presos políticos” en su país, consideró que ninguno, y menos España, puede ser indiferente.
Por eso, consideró llegada la hora de pedir a la España “libre, plural, democrática y plenamente integrada en la UE” que, “con más empeño que nunca”, presione junto a la comunidad internacional para que en
Venezuela se haga valer y respetar la soberanía popular expresada el 28 de julio.
González indicó que lo que anhelan los venezolanos es dejar atrás el personalismo, la improvisación, la intolerancia y la persecución, y recuperar el valor del diálogo y la convivencia para contribuir a la rápida reconstrucción de la imagen de su país.
Una meta ante la que defendió el restablecimiento de relaciones diplomáticas, la reactivación de convenios de cooperación y la consecución de inversiones como las españolas, que ha lamentado que se hayan reducido drásticamente.