Las tropas israelíes han multiplicado su habitual matanza contra la población palestina asediada y sin ayuda humanitaria
Con las manos en alto, mujeres, hombres, niños y mayores abandonan el asediado norte de Gaza a pie. Para garantizar su marcha, los tanques y soldados israelíes custodian su enésimo éxodo tras 18 días de agresiva ofensiva militar que han dejado 770 palestinos muertos en esta zona del enclave palestino. Algunos de los hombres son apartados de la fila y llevados a un lugar desconocido. A sus familiares no se les permite preguntar a dónde van, informó el diario español El Periódico.
Hay más de 770 muertos desde el comienzo de la operación militar y todavía hay muertos bajo los escombros y en las calles”, ha denunciado el portavoz de la Defensa Civil de Gaza, Mahmud Basal.
Un millar de personas han resultado heridas. Tras describir los repetidos ataques contra la población gazatí de esta zona y los sufridos por sus equipos, Basal ha tenido que comunicar otra trágica noticia.
Como resultado, declaramos que las operaciones de defensa civil en el norte de la Franja de Gaza se han detenido por completo, dejando estas áreas sin servicios médicos de emergencia o rescate; esto pone en peligro la vida de miles de familias que aún residen en sus hogares, a pesar de los intentos de la ocupación Israel de vaciar por la fuerza los refugios”, ha lamentado.
En esa zona quedan 400,000 palestinos que se resisten, o no pueden, abandonar sus casas tras un año de guerra contra toda Gaza, que ha matado a 42,847 personas, la mayoría civiles. Durante estas tres semanas, las tropas hebreas han multiplicado su habitual violencia contra la población palestina a través de bombardeos y fuego de artillería.
Los ataques se han cebado con puntos de recogida de ayuda humanitaria, refugios para desplazados u hospitales. La semana pasada, las tropas agresoras bombardearon el hospital al Awda en Jabalia y también dispararon con fuego de artillería contra los hospitales Kamal Adwan e Indonesio de Beit Lahiya.
Desde inicios de octubre, apenas ha entrado ayuda humanitaria en el norte del enclave, avivando las acusaciones de limpieza étnica. Por su parte, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, ha acusado a Israel de querer “vaciar” Gaza, mientras que Naciones Unidas ha denunciado que “el Ejército israelí ha tomado medidas que hacen imposible la vida a los palestinos en el norte de Gaza”.