El más reciente blanco de la aviación israelí fue la ciudad de Baalbek, declarada como Patrimonio de la Humanidad.
El ejército israelí intensifica su campaña de bombardeos en el Líbano, incluyendo entre sus blancos a la histórica ciudad de Baalbek, mientras que las milicias de Hezbolá expresan su disposición a alcanzar un alto al fuego “con condiciones”, informaron agencias internacionales.
“Si el enemigo decide (acordar) un alto al fuego, diremos que sí, pero con condiciones. La manera será mantener negociaciones indirectas para este fin”, señaló Naim Qasem, quien el martes fue nombrado como líder del grupo chií.
Durante tres décadas había sido el segundo al mando, hasta que Hasan Nasrala fue asesinado en un bombardeo israelí a finales de septiembre.
Primero, el clérigo había afirmado que Hezbolá aún mantiene capacidad para prolongar los enfrentamientos con Israel durante meses, al tiempo que solicitó “paciencia” a sus combatientes y a la población civil del Líbano.
Asimismo, se mostró dispuesto a mantener negociaciones “indirectas” con su enemigo para alcanzar una tregua que ponga fin a un año de guerra. Y a la presencia israelí en territorio libanés, situación que sólo podría terminar con una derrota para sus adversarios, vaticinó.
“Siempre dijimos que no queremos guerra, pero estamos preparados si se nos ha impuesto y lo haremos con firmeza y triunfaremos, si Dios quiere”, dijo Qasem, flanqueado por las banderas de Hezbolá, el Líbano y un retrato de Nasrala.
Mientras Qasem hablaba las bombas de los aviones de combate israelí caían sobre la histórica ciudad de Baalbek, declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, así como otras localidades vecinas en el este del Líbano, luego de que se ordenara a los residentes que se retiraran de la zona.