La crisis en Medio Oriente se metió en la agenda de la campaña electoral en Estados Unidos
La ya mítica frase con la que el asesor político James Carville guió hasta la Casa Blanca al equipo de campaña de Bill Clinton en 1992, podría fácilmente ser también el lema de la reñida carrera presidencial de 2024 entre el republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris, informó la cadena británica BBC Mundo.
La economía es el tema que más interesa a los electores en Estados Unidos y el que más influirá en su decisión a la hora de acudir a las urnas.
De acuerdo con un estudio de Gallup publicado el 9 de octubre, la economía destaca como el principal tema de estos comicios -entre una lista de 22- y “podría ser un factor importante para 9 de cada 10 votantes”.
Las campañas de Trump y Harris lo saben bien y por ello lo han incorporado en el centro de su agenda electoral, al igual que otros asuntos como el aborto y la migración.
En el estudio de Gallup, el 90% de los consultados señalaron que la economía era “extremadamente importante” o “muy importante”. De hecho, es el único asunto sobre el cual una mayoría (52%) coincidió en calificar como “extremadamente importante”.
Es la primera vez desde la crisis financiera del 2008 que una mayoría de electores (en aquel caso 55%) califican la economía como “extremadamente importante” a la hora de decidir su voto.
Un análisis publicado en septiembre por el centro de estudios Pew Research coincidió en señalar que la economía es el tema central de esta campaña: El 81% de los votantes registrados consultados dijeron que es “muy importante” para su decisión en estos comicios.
De acuerdo con Gallup, el 54% de los votantes cree que Trump puede manejar mejor la economía que Harris.
“La razón por la que los electores se están fijando en Trump es, en gran parte, simplemente una reacción contra el alto costo de la vida”, dice a BBC Mundo Liz Mair, asesora política republicana y presidenta de la empresa de consultoría Mair Strategies.
La migración y la situación en la frontera son considerados como “extremadamente importantes” o “muy importantes” para siete de cada 10 electores estadounidenses, de acuerdo con Gallup.
“Tradicionalmente a los demócratas les gustaría poner el foco en la inmigración, pero esta vez no es un buen tema para ellos. Los electores más que estar interesados en una reforma migratoria integral, lo que quieren es que se detenga la entrada de personas a través de la frontera”, dice Liz Mair.
Estados Unidos tiene un sistema migratorio que numerosos analistas califican como “roto”.
Aunque su economía necesita de los migrantes, el sistema hace muy difícil la entrada de forma legal y no permite al país delinear el tipo de migrantes que desea recibir, pues mientras el 66% de todos los permisos de residencia son otorgados a familiares de ciudadanos o residentes del país, solamente 14% se otorgan por motivos laborales, casi lo mismo que por vía de asilo y razones humanitarias (13%).
El efecto de todo esto en las encuestas es que 88% de los votantes registrados apoyan un aumento de seguridad en la frontera, incluyendo un 96% de los seguidores de Trump y un 80% de los que apoyan a Harris, según un estudio del Pew publicado este mes.
De acuerdo con la encuesta de Gallup, Trump tiene una ventaja de nueve puntos porcentuales frente a Harris cuando se les pregunta a los electores quién podría manejar mejor la migración.
Casi siete de cada 10 electores (66%) consideran el tema del aborto como “extremadamente importante” o “muy importante”, de acuerdo con el estudio de Gallup.
Durante décadas este tema estuvo presente en las campañas electorales republicanas que buscaban revertir la sentencia Roe vs Wade de 1973, mediante la cual la Corte Suprema consagró el derecho al aborto en todo Estados Unidos.
En las elecciones de este 5 de noviembre, se votarán propuestas para proteger el derecho al aborto en, al menos 10 estados, mientras que solamente en uno habrá una propuesta para restringir este derecho.
Se trata de un tema que claramente favorece a los demócratas y a la candidatura de Harris quien, de acuerdo con la encuesta de Gallup, le saca nueve puntos porcentuales de ventaja a Trump cuando se pregunta a los electores sobre quién sería más competente para manejar este tema. Esta percepción es compartida por 16% de los republicanos.
La otra vertiente de voto republicano que Trump estaría perdiendo es la de mujeres republicanas que, pese a declararse “pro vida”, tienen posturas más flexibles en cuanto al aborto.
La crisis en Medio Oriente se metió en la agenda de la campaña electoral en Estados Unidos.
A mediados de septiembre, el movimiento de no comprometidos anunció que no respaldaría la candidatura de Harris debido a que ella no había respondido a una solicitud para reunirse con familias estadunidenses-palestinas que han perdido a seres queridos en la guerra en Gaza.
El grupo, además, llamó a sus seguidores a no votar por Trump ni por ningún otro candidato.
El tema es que mientras la abstención masiva de los no comprometidos podría sellar la derrota de Harris en Michigan, al mismo tiempo estaría favoreciendo una victoria de Trump, quien se ha autodenominado como el “protector de Israel”.
La situación en Medio Oriente también podría afectar el voto de los estadounidenses judíos, en especial en Pensilvania, el más grande de los estados péndulo, donde se estima que suman unos 300,000 electores, equivalentes al 3% del padrón, según datos del American Jewish Population Project de la Universidad Brandeis.
Estimaciones del Pew indican que en el 2020, en torno al 70% de los judíos estadunidenses votaron por Biden y un 27% por Trump.
Una encuesta del Pew hecha antes del debate entre Harris y Trump este año, daba un 65% de apoyo a Harris y un 34% a Trump dentro de este colectivo.
Pero el voto de los judíos estadounidenses no solamente puede verse afectado por la situación en Medio Oriente, sino además por la percepción de que durante el último año ha aumentado el antisemitismo en Estados Unidos.